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• Aemond Targaryen

Resumen: Madame Sylvi está indispuesta la noche en que el príncipe Aemond viene de visita y solicita a alguien diferente

| Advertencias: trabajo sexual, obscenidad, tirar del pelo, morder, chupar , Aemond oscuro

⚠️²: contenido sexual, +18, si no te gusta este tipo de contenido no leas, es solo ficción recuerda.

Autor: https://www.tumblr.com/targaryenrealnessdarling/754918256784130048/beneath-a-dragons-gaze?source=share

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El Príncipe ha preguntado por ti

No pudo evitar la mirada con los ojos muy abiertos y el familiar movimiento de su estómago, sintiéndose ahora completamente diferente con las palabras que habían salido de los labios de su compañera. El príncipe. Bueno, podría haber significado cualquiera de ellos sólo unas semanas antes, pero ya no. Frecuentaban este establecimiento con bastante frecuencia, como un burdel de clase alta, con sólo las mejores putas y el mejor servicio, era natural, y tenían dinero para pagarlo.

De repente, sintió bastante frío con el vestido transparente que había elegido esa noche, haciendo muy poco para ocultar la carne que se escondía debajo, ya que sus pezones habían formado picos contra el satén. ¿Qué podría ella decir a eso? No había posibilidad de negarse.

Tn; Muy bien-respondió ella, sabiendo que no era su lugar hacer preguntas. No había duda de cuál ahora, seguramente era el mismo que frecuentaba el cálido abrazo y la voz tranquilizadora de Madame Sylvi, quien pasaba horas en su compañía y le pagaba un alto precio por ello. Por el secreto. Pero sabía también que la única razón por la que Aemond la había solicitado en su lugar era porque esa noche su cita habitual era indispuesta.

Su corazón se aceleró mientras hacía slalom entre la multitud escasamente vestida, cada paso la acercaba a la esquina donde esperaba el príncipe. Los pasillos estaban tenuemente iluminados, el suave resplandor de la luz de las velas proyectaba sombras parpadeantes que bailaban a lo largo de las paredes, junto a las de figuras curvas, retorcidas de placer. Podía escuchar los sonidos apagados de otras habitaciones, pero hicieron poco para calmar el nerviosismo que se apoderó de ella.

Cuando llegó a la cortina, se detuvo un momento y respiró hondo para estabilizarse. El príncipe Aemond Targaryen. Conocido por su comportamiento feroz y su agudo intelecto, no era un hombre con quien se podía jugar. Sin embargo, debajo de ese exterior frío, había escuchado susurros sobre un hombre agobiado por el peso de su familia.

Al cruzar la cortina, se encontró con el Príncipe, con el parche ya quitado y hasta los pantalones, sentado con una taza en la mano en el lujoso sofá, su único ojo levantado hacia ella mientras ella se inclinaba para hacer una reverencia. Sintió que se le cerraba la garganta al ver el zafiro, reflejando en cierto modo lo que estaba sucediendo entre sus muslos.

Tn: Madame Sylvi le pide disculpas, mi príncipe. No podrá atenderle esta noche.

La mirada de Aemond se detuvo en ella por un momento y ella sintió que sus mejillas se sonrojaban bajo su escrutinio.

Aemond: No llamé a Sylvi esta noche- dijo finalmente, sin que su tono revelara nada. -Te llamé a ti.

Tus labios se abrieron para preguntar. Pero no se atreve a dejar salir las palabras. Ella no era alguien que preguntara sobre sus intenciones, una simple puta.

Aemond: Desnudate

Los ojos del Príncipe nunca vacilaron mientras miraba, la carne se reveló mientras ella se desnudaba ante él. Se quedó de pie como si se estuviera desenroscando, terminando lo que quedaba en su taza antes de mover las manos para desatar sus pantalones, señalando con la cabeza el sofá.