[•] Pequeñas historias de House of The Dragon traducidas al español del maravilloso ( Tumblr), entren a leer y disfruten.
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emparejamiento: ¡Rey Aegon Targaryen x Targaryen! ¡Hermana menor!
(• Cuando el pequeño consejo planea casarte una vez más, le pides ayuda a tu hermano mayor.)
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Eras la tercera hija menor de Alicent y Viserys. Unos meses más joven que la pequeña sombra de Helaena y Aegon en tu infancia. Al principio, tu hermano mayor odiaba la forma en que te aferras a él y lo miras boquiabierta con inocente asombro.
Era tu noveno onomástico, tu Padre no le había prestado mucha atención, pero tu Madre había ordenado una celebración para ello. Lo habías seguido, balbuceando tonterías mientras él intentaba perderte. Fue durante la cena de esa noche cuando todo se desbordó. En lugar de recibir regalos, habías decidido darles un regalo a todos.
No esperaba nada. No había sido muy amable contigo. Pero se sorprendió cuando le regalaste una tela bordada con Fuego Solar. No fue lo mejor y algunos hilos estaban sueltos, pero con orgullo le habías dicho que aprendiste a bordar para él. Al ver esos grandes ojos tuyos, su opinión cambió. Él te adoraba. Eras la única en la familia al que no le importaba el empeoramiento de su reputación. Tú simplemente... adorabas a tu hermano mayor, con defectos y todo.
Fue por eso que lo mató el día de tu undécimo nombre, cuando te enviaron al Dominio y te casaste con un Señor tan viejo como tu abuelo. Estaba atormentada por tus lamentos, por la forma en que te aferraste a Helaena y Aemond, los dos llorando mientras Ser Cole te llevaba al carruaje.
Su hermana menor, la única de la familia a la que realmente le importaba, fue vendida como si fuera ganado. Ni siquiera su frío abuelo pudo protestar por el matrimonio, ya que políticamente era una buena combinación y un razonamiento suficientemente bueno para que el pequeño consejo lo aprobara.
Con el paso de los años, diste a luz a dos hijos, una hija que nació muerta y un hijo sano. Tu marido te mantuvo alejada del Dominio, por lo que nadie de tu familia te había visto desde que tenías doce años y diste a luz a tu único hijo superviviente.
Recordó la mirada en tus ojos, tan vacía y casi muerta. De cómo intentaste mantener una actitud positiva. Diciendo: "No es tan malo. Generalmente me ignora, excepto cuando desea acostarse conmigo. Pero incluso entonces no es tan malo, termina rápidamente".
Cuando se convirtió en rey, rápidamente te ordenó que regresaras a casa, independientemente de los deseos de tu marido. Nadie le quitaría a su hermanita. No mientras aún estaba vivo y le habían puesto la corona en la cabeza.
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Al verte hacer saltar a tu hijo en tu regazo, intenta prestarle atención al pequeño consejo, pero sus ojos siguen desviándose hacia ti. Era extraño pensar que ahora eras madre y ya adulta. Saliendo de su pequeño aturdimiento, mira hacia el pequeño consejo, cada miembro discutiendo intensamente. Frunciendo el ceño confundido, Ser Criston desliza un trozo de pergamino frente a él, con una expresión incómoda en su rostro. Levantando una ceja ante lo que acababa de regresar, mira el pergamino y lee las palabras rápidamente.
