• Aemond Targaryen

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Etiquetas ✲ sin trama, solo obscenidad, sexo oral (recepción masculina), hombre con falda, sin feminización

⚠️²: solo es ficción, + 18, si te sientes incómodo no leas, ignora si esto no es de tu agrado, no busco ofender a nadie.

Mientras exploran habitaciones ocultas en la Fortaleza Roja, tú y tu hermano gemelo Aemond encontraron un armario que contiene prendas antiguas de la vieja  Valyria, incluidas faldas de hombre. Convences a  Aemond para que use uno, solo  para tu placer visual.

Autor: Sylasthegrim

Era temprano al día siguiente, apenas había pasado el amanecer, y sin embargo tú y tu hermano gemelo Aemond ya estaban ocupados con sus actividades diarias, principalmente cualquier obsesión que lo ocupara en ese momento, y tú trotabas felizmente detrás.

Compartías su pasión por las historias y su disfrute por la filosofía, pero tenía una manera de llevar todos sus intereses al extremo, y eso significaba recorrer todos los rincones de la Fortaleza Roja en busca de formas de alimentar su obsesión.

Tn; No deberíamos estar aquí– murmuraste mientras seguías a Aemond hacia un pasillo oscuro que conducía a un callejón sin salida, estrecho y polvoriento, donde los sirvientes amontonaban muebles rotos.

Aemond: Estas habitaciones han estado cerradas durante décadas, seguramente a nadie le importará– te apaciguaba mientras sacaba de su bolsillo un manojo de llaves, sin duda tomadas prestadas por el maestre cuando el anciano no miraba, o adquiridas con la ayuda de el Señor Confesor.

En su incesante esfuerzo por conocer su ascendencia, Aemond no dejaba de entrometerse o acechar en rincones donde no debería estar, y sólo se podía admirar su espíritu. No era malicioso y ciertamente no era propenso a hacer bromas ociosas, pero podía ser despiadado en su búsqueda de la verdad.

Tn: ¿Qué estás buscando para que yo te pueda ayudar?– preguntaste mientras te hacía entrar a la habitación con una mano en la espalda.

Aemond: Encontré este pergamino en los aposentos del maestre, hacía referencia a un diario. Muchas habitaciones de invitados estuvieron cerradas durante los últimos años del reinado de Jaehaerys, espero encontrarlas aquí– explicó mientras cerraba la pesada puerta detrás de ustedes dos, cerrándola nuevamente antes de caminar hacia la ventana, tirando de la puerta. cortina corrida.

Tosías mientras el polvo se desplazaba y el rayo de luz hacía que sus partículas bailaran en el aire.

Tn: Esta es la tercera habitación que visitamos y no hay más que polvo y correspondencia antigua– se lamentó. – ¿Podría ser más preciso que simplemente un diario?

Aemond te lanzó una mirada acostumbrada, con el ceño arqueado ligeramente molesto, pero tú simplemente pusiste los ojos en blanco. Si bien sufrió tus quejas, en secreto se alegró de que estuvieras dispuesta a acompañarlo en sus búsquedas de carroñeros, como los llamabas.

Las historias eran un tema fascinante de investigación y conversación, y la forma más estimulante de trabajar su intelecto. Se enorgullecía de su conocimiento de la ascendencia Targaryen y las costumbres valyrias, y aunque su interés rayaba en la pasión, mientras que el suyo no, agradecía su apoyo en sus esfuerzos.

La habitación en la que ustedes dos se encontraban actualmente era una especie de oficina, una pequeña cámara con una ventana estrecha que podría haber sido utilizada por un miembro de una casa baja para escribir correspondencia o para llevar a cabo asuntos para un señor superior. No había ningún colchón en el estrecho armazón de la cama, pero sí un gran sillón colocado en un rincón, cerca de un gran escritorio cubierto de libros y pergaminos de todo tipo.

† House of The Dragón † ||• OneShots🐉 •||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora