† House of The Dragón † ||• OneShots🐉 •||

• Aemond Targaryen

Resumen | Aemond ha suplicado por muchas cosas en su vida y por última vez se arrodilla y suplica por ti ๋࣭ ⭑

Autor:Malisorn

Advertencias y sugerencias | Pelusa y un poquito de Angst, soft dark!aemond

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Habla algo equivocado, en el lugar equivocado, en el momento equivocado.

Estas palabras se han podrido profundamente en la mente de Aemond desde que era un niño, porque siempre ha sido el blanco de las bromas de su propio hermano y sus sobrinos.

Al principio les deja bromear todo lo que quieran, soportando sus risas como si no significaran nada. Pero después de una y otra vez de los mismos chistes de siempre, ya no es divertido, nunca lo ha sido.

Comenzó a defenderse, escupir ante las palabras de Aegon y tratar de luchar, pero aun así fracasó. Y en último recurso, se encontró de rodillas, llorando una y otra vez.

Aemond : Por favor, por favor, por favor, dame el dragón más grande del mundo- Las lágrimas corren mientras suplica a los dioses. Promete ser un hombre cambiado si alguna vez tiene un dragón.

Y los dioses parecen haberlo escuchado, pero nada en el mundo ha llegado sin su precio. Por primera vez en su vida, Aemond cumplió su deseo mientras montaba a Vhagar a través del oscuro cielo nocturno. Y por un minuto, sintió que era dueño del mundo. Después de innumerables noches practicando Alto Valyrio, imaginando un dragón frente a él mientras gritaba la palabra en voz alta.

"¡Dohaerās!"

"¡Lykiri!"

"¡Sōvēs!"

Ahora, acariciando lentamente la espalda de Vhagar, esto es real, viendo sus lágrimas caer sobre Vhagar, esto es verdaderamente real. Finalmente ha demostrado ser digno de ser un jinete de dragones para su padre, un hijo perfecto para su madre y un verdadero Targaryen para su hermano y sus sobrinos.

Sus pensamientos se agotan cuando nota a los Velaryon y los Strong desde abajo.

H-No les temeré, Vhagar ha demostrado que soy digno de ella, no temeré a nadie-Piensa para sí mismo mientras baja para enfrentarlos.

-¡Es él!-

Aemond: Soy yo-Aemond siente que la confianza lo recorre como un fuego furioso, empujándolo a decir todas las formas que siempre teme.

Rhaena: ¡Vhagar es el dragón de mi madre!- La chica discutió duramente con no menos confianza que él.

Aemond: Tu madre está muerta-A Aemond le preocupa ser demasiado atrevido, pero no hay forma de detenerse a partir de este momento-Y Vhagar tiene un nuevo jinete ahora-Continúa con orgullo en su rostro.

Rhaena : ¡Ella era mía para reclamarla!- Rhaena grita con el consuelo de su hermana gemela desde atrás. Aemond guardó silencio por un segundo mientras observa a todos a su alrededor, ninguno de sus dragones se puede comparar con el suyo. Arrax es joven, Vermax apenas puede obedecer y Moondancer no es nada para Vhagar. Sonriendo al darse cuenta, - Tal vez tus primos puedan encontrarte un cerdo para montar, te vendría bien- Él los mira a todos. Amenazas gritadas con puñetazos intercambiados, Aemond los ha insultado tal como lo hicieron una vez con él pero nunca en su vida había pensado que algo tan brutal le sucedería.

-La cicatriz sanará pero el ojo nunca podrá hacer lo mismo, excelencia- Aemond se agarra con fuerza a la silla; ha perdido el ojo. Mira a su madre con lágrimas llenas de dolor.

- Por favor, por favor, por favor, madre, ayúdame-Piensa en su madre y en los suyos mientras el maestre le cose la cicatriz.

Y su madre trató de ayudarlo, con las mismas súplicas en los ojos mientras miraba a su padre, El Rey, el que realmente puede darle todo pero el Rey no le devolvió la misma mirada, le dio esas sólo a su hija y eliminar el dolor de Aemond. Sin embargo, su madre no podía darse por vencida, se quedó de pie con el deber pesado sobre su espalda, corriendo para tomar el ojo de Lucerys. Todo lo de esa noche todavía lo atormenta y no podía mirar al Rey de la misma manera.

Aemond se convirtió en un hombre diferente, tal como prometió a los dioses a cambio de un dragón. No el tipo de cambio que ha imaginado. En cambio, se ha convertido en un bruto, envenenado por el odio y sin ni siquiera una pizca de simpatía dentro de él.

El Septo ya no es su lugar de consuelo y rara vez les ruega algo a los dioses. Aemond cree que ha conseguido todo lo que siempre quiso, todo lo que necesita para ser un Targaryen. Pero no, está lejos de la verdad. En el fondo, Aemond temía que si alguna vez se atrevía a expresar un solo deseo a los dioses, estos le quitarían algo importante a cambio. Podría ser su otro ojo, su título, su dragón o incluso su propia vida.

Aemond; Por favor, por favor, por favor, deja que esta mujer sea mi novia porque he soportado el dolor toda mi vida. Déjala ser mía, porque éste será mi último deseo.

Aemond siente que la amargura se retuerce en sus palabras, se siente como un tonto al estar de rodillas. Después de todos estos años de resentimiento, rompió todas sus promesas y corrió de regreso a los dioses una vez más. Dijo sus oraciones con severidad, los dioses deben cumplir su deseo después de todo lo que le han hecho, se cree merecedor de algo tan delicado y perfecto como tú.

Todos sus pensamientos se desvanecen lentamente a medida que su visión borrosa se aclara y te ve a ti parado justo frente a él, vistiendo un vestido blanco puro con flores silvestres en el cabello.

Los dioses han respondido a sus oraciones, ahora eres su novia.

Cada vez que parpadea, cada respiro que toma, cada parte de ti finalmente ha revivido en un deseo que siempre ha anhelado ser bendecido. Por la forma en que hablas, la forma en que sonríes y cómo giras con ese vestido blanco tuyo, nunca se había sentido atraído por la belleza de una mujer como esta.

Tn: Estaré eternamente agradecida de ser tu esposa, mi príncipe- Las dulces palabras que salen de tus labios. No sabía si quería estar eternamente confinado por tu amor o liberarse de tu atractivo. Después de noches de interminables oraciones, pensando que su deseo ha sido desechado y olvidado. Pero ante esta visión contigo como su novia y de ahora en adelante, su esposa. Aemond se siente visto, escuchado y respondido, no sólo por el juicio de los dioses sino también por ti, Se vuelve para mirarte una vez más:

Aemond; Igual que yo, ser tu esposo es verdaderamente un regalo de los dioses.

Sintiéndose satisfecho con sus oraciones contestadas, Aemond parece olvidar que nada en el mundo ha llegado sin su precio. Ahora puede disfrutar de sus días y noches con el amor de su vida, pero pronto los dioses encontrarán su camino y aceptarán todo lo que puedan a cambio de su último deseo.

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• Último cap de Aemond, sigue Daemon, lo subí ahorita porque tengo tiempo y mañana no creo actualizar... Voten y comenten por más capitulos 💜.

(Pasen a leer mi otro libro a mi perfil Oneshots Mikaelson' Porfavor voten )

||• Mi estabilidad emocional se va a ir por la borda en una horas cuando salga el capitulo aAHAHAHHAA 🥺💔 •||