Prólogo: Kim HongJoong...

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En las desoladas calles de la ciudad portuaria, corría un joven con todas sus fuerzas, intentando dejar atrás al alfa que lo perseguía. Necesitaba encontrar un lugar para esconderse, pero la suerte no estaba de su lado. Los contenedores que solía usar como refugio en éstas situaciones habían desaparecido, como si la ciudad misma conspirara en su contra.

No se dio cuenta de que el alfa ya lo había alcanzado hasta que sintió su presencia cerca, un aliento caliente en su cuello que le hizo estremecerse. El terror se apoderó de él; ¿qué podría hacer un omega indefenso contra un alfa tan formidable? Su mente se llenó de imágenes de un destino oscuro y doloroso, la desesperación luchando contra la necesidad de sobrevivir.

Cualquiera que presenciara la escena pensaría que el omega no tenía ninguna posibilidad. Sin embargo, este omega era un tanto particular. Había aprendido a sobrevivir en un mundo que no le ofrecía más que crueldad y peligros.

Decidido el joven, sacó una pequeña navaja de su bolsillo, procurando no ser visto por su perseguidor. Cada segundo contaba, su corazón latiendo con una fuerza desbocada. Un ruido detrás del alfa distrajo al grandote, y HongJoong aprovechó la oportunidad. Con un movimiento preciso, cortó la garganta del alfa, quien cayó al suelo, ahogándose en su propia sangre. La expresión de sorpresa y terror en el rostro del alfa fue lo último que vio antes de desplomarse.

El joven rebuscó en los bolsillos del hombre muerto, encontrando solo unas pocas monedas de oro y un collar que podría tener algún valor. Se sintió decepcionado; todo el esfuerzo apenas había valido la pena. La adrenalina aún corría por sus venas mientras guardaba el botín en su bolsa.

Mientras terminaba de recoger su botín, escuchó pasos acercándose. Muchos pasos. Las sombras comenzaron a moverse a su alrededor, figuras que emergían de la oscuridad. Sabía que era hora de desaparecer entre las sombras. Después de todo, solo el mismo diablo podría atrapar y castigar a Kim HongJoong.

Desapareció en un callejón estrecho, su silueta fundiéndose con la noche. Los pasos se acercaban más y más, pero para cuando los hombres llegaron a la escena del crimen, HongJoong ya estaba lejos, un fantasma en la ciudad portuaria. Mientras se alejaba, no pudo evitar sonreír con amargura pues su plan no había salido como el esperaba.

El Aurora del Capitán [SeongJoong]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora