Arya, una hermosa joven de tan solo 15 años que vive en la peligrosa ciudad de Tokyo, en un encuentro fortuito, es secuestrada y llevada a un lugar desconocido, donde se encontrará cara a cara con la persona más enferma de la cabeza que pudo haber c...
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Y en este momento de mí vida es cuando me pregunto a mí misma: ¿Que hubiera pasado si decidía irme acompañada?¿Estaría en mí casa ahora?
¿Sería feliz?
De todas maneras,
¿Que es la felicidad?
¿Cómo se sentía? ¿Fui feliz alguna vez? Ah, si, lo fui. Mierda, no debería estar recordando cosas, voy a ponerme a llorar de nuevo. Aunque aquí puedo llorar con libertad, sin que nadie se preocupe por mí o me haga preguntas que no quiero contestar (Claramente no me harán preguntas en cualquiera de mis estados en esta casa) La única vez que pude llorar, una de esas veces que sentí felicidad, uno de eso momento alegres que pude compartir con.. con..
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- "Oye, oye, despierta, oye, Ey"
- "¿Eh?"
- "¡Despertaste!" - Exclamó Bill Kaulitz con una expresión alborozada y una radiante sonrisa impregnada en su rostro.
- "Ah, buenos días"
- "Dormiste mucho Ary, y eso que está vez nisiquiera te lastimarte" - Tomó mí mano y la puso en su mejilla buscando caricias, como si fuera un niño pequeño
- "No recuerdo nada" - contesté
- "Luego de ocuparse de la traidora, Tom dijo que cuando se metieron al auto a mitad de camino comenzaste a temblar, convulsionar o algo por el estilo y te desmayaste. Llamamos al doctor apenas llegaron aquí y dijo que te habías sobrecargado de estrés."
- "Ah, eso.." - Esas horribles imágenes que habían desaparecido de mí cabeza volvieron al escuchar el relato de Bill. Maldición, que asco doy. - "¿Cuánto tiempo estuve dormida?" - pregunté.
- "2 días, pensé que no íbamos a podr salir de fiesta juntos"- Bill se metió en mí cama, se apoyó en mí con su cabeza en mí pecho y su largo cuerpo acurrucado con el mío, oara luego taparnos a ambos con la sábanas. Estas muestras de cariño tan infantiles hacían que este psicópata fanático de las masacres y la sangre se transformara en un niño pequeño. Eran muestras a las que ya me había acostumbrado.- "Estás fría Ary, como un muerto.-
