Sexo Secreto // Freenbecky [G!P]

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Pov Becky.

Entré abriendo las puertas de la cafetería mas que furiosa, haciendo que todos me miraran y guardaran silencio. Estaba que me llevaba el diablo.

Los murmullos de las personas, al ver mi cara sabían perfectamente a quien buscaba. Freen Sarocha Chankimha.

Según las porristas, había vuelto a decir una de sus muchas mentiras, donde yo me veía involucrada. "Freen dijo, que Becky ya había estado una vez en su cama y lo volvería a estar dentro de poco". Había dicho una anoréxica rubia a su amiga.

Un chico delgado, moreno y con el miedo en los huesos, me indico con su cabeza, haciendome girar, y ver a Freen en una de las mesas con sus amigas y amigos.

Reía, mientras toqueteaba la pierna de una de las rubias. Apreté los puños y camine a paso rápido hasta la mesa de los "Populares". Billy al verme, dejo de reír. Luego todos lo hicieron, y segundos después Freen calló, mientras abría los ojos y me encontraba fulminándola con la mirada.

— Sugiero que te levantes, si es que quieres defenderte. — Hablé mientras levantaba una de mis delgadas cejas.

Freen rio sarcástica y se levantó, haciendo que todos en su mesa, se giraran sin dejar de mirarnos. — ¿Ahora que pasa, Becky?

— Tú lo debes saber perfectamente. — Me acerqué a ella con toda la intención de darle una bofetada, pero ella fue mas rápida y me tomo de las manos, pegándome a su cuerpo.

— ¡Qué gatita!

— ¡Ya estoy cansada! No tienes por que inventar cosas estúpidas, sobre mi.

— ¿De qué hablas?

— De lo qué tu haz dicho a todos. ¡En ningún momento me he acostado contigo! Y no pienso hacerlo ¡Nunca!

Freen sonrió. — Eso dicen al principio.

— Yo no soy como los demás — Freen me apretó más a su cuerpo y me hizo gemir. Su respiración rozaba con la mía, y sus ojos marrones penetraban los míos.

— Eso crees, Becky. Pero nadie se resiste a mi encanto por mucho tiempo.

— ¡Eres una mierda!

— A la que deseas.

— ¡Eres repugnante! — Comencé a forcejear, tratando de salirme de su agarre. Todas las personas en la cafetería, estaban pendientes de nosotras, y de lo pegadas que estábamos. Todos hasta las personas de la cafetería. — ¡Suéltame idiota!

Acercó su cara a mí, tratando de besarme, giré la cara evitando todo. De su boca salió un "mejor". Y succionó una parte de mi cuello, dejando una gran marca. El roce de sus labios en mi cuello, fue algo ardiente.

Sentí como si estos me quemaran, y algo dentro de mí, se movió. Mis pezones se hicieron erectos, y sentí como si mojaran mi ropa interior. Cerré los ojos, y luego los abrí bruscamente. Todos miraban boquiabiertos la escena.

Freen aún seguía perdida en mi cuello, y esta vez había buscado otra parte de mi cuello. Tragué saliva, y subí mi rodilla, hasta darle un golpe en su entrepierna. Instantáneamente me soltó y se toco su parte baja mientras caía de rodillas al suelo.

— ¡Vete a la mierda, hija de puta!

Y salí de ahí, dejando a Freen en el suelo. Podía sentir las miradas fijas en mí. Pero no importaba, solo quería olvidar lo sucedido. Una voz habló dentro de mí. "Te gusto, aceptalo".

Mi cuerpo aún estaba caliente por dentro, y las manos y piernas me temblaban. Mi respiración era agitada.

¿Coraje? ¿Excitación? ¡No! Excitación no podía hacer.

¿Quién podía sentir excitación por la persona a la cual aborrecía con toda su alma? "Uno nunca sabe".

¿Nunca sabe? Lo único que sabía en esos momentos, era el odio y la ira, - mezclada con algo de excitación - hacia Freen Sarocha Chankimha.

Y según creía, nada iba cambiarlo. "Según creía".