Sexo Secreto // Freenbecky [G!P]

19

Justo cuando había podido acumular sueño, la alarma había sonado anunciando un nuevo día. Me había quedado toda la noche despierta, pensando en Freen y su "novia". ¿Por qué no lo habría mencionado? Me había hecho suya, pero tenía novia. Quizás había terminado con ella. De todas formas se lo preguntaría al llegar.

Entré a la ducha y después de un cálido baño, me puse unos shorts cortos y un suéter negro acompañado unos converse blancos. Me coloqué algo de maquillaje y agarré mi bolso. Al bajar las escaleras, las mucamas estaban recogiendo la casa les deseé un buen día pero antes de que saliese por la puerta una de ellas me detuvo.

— Señorita Becky.

— ¿Sí? — Dije volteando a verla.

— Sus padres han dicho que está noche habrá una cena con uno de sus socios. Ellos dijeron que procure no llegar tarde y comprarse algo lindo y presentable. Usted los acompañara.

— ¡Aleluya! — Exclamé haciéndolas reír. — Por curiosidad, ¿no sabes donde será la fiesta?

— Ellos mencionaron acerca de una reservación, tal vez es en un restaurante.

— Gracias por el aviso. — Sonreí y ahora sin detenerme, salí de casa.

•••

— Chicas, he dicho que no puedo. — Repetí por octava vez mientras caminábamos por el pasillo. — Es la primera vez en todo el mes que tendré una cena con mis padres. — Volví a mencionar por sexta vez mientras abría mi casillero.

— ¡Pero Becky! — Chilló Irin apoyándose en el casillero de mi lado derecho. — Esas cenas están aburridas.

— Mejor vamos a "Hot" ahora que Freen y los chicos ya se han reconciliado. — Dijo Heidi, Irin levantó su mano y chocó los cinco con Heidi.

— ¿Se han reconciliado? — Pregunté entusiasmada.

— Sí, Dew me lo dijo anoche ¿no es genial? — Decía Nam con una sonrisa.

— Sí, lo es.

— ¡Exacto! — Heidi me empujó amistosamente el hombro. — Por eso debemos celebrar en Hot, no hemos ido desde la inauguración.

— Ese lugar me trae recuerdos. — Dije sonrojada mientras las imágenes iban recopilándose en mi cabeza una por una, reviviendo el momento. — Y no insistan.

— Bien, pero cuando estés en esa cena aburrida te acordarás de nosotras y estás hermosas chicas no estaremos ahí para salvarte. — Reí fuerte.

— Tendré que afrontar las consecuencias. — Dije fingiendo resignación con una sonrisa.

Terminé de sacar unos cuantos libros y cerré mi casillero. Me volteé y comenzamos a caminar mientras reíamos de algo que le había sucedido a Jason y Dew. Luego una pelinegra alta y delgada se detuvo justo frente a mí.

— ¿Rebecca Armstrong? — Preguntó mirándome de pies a cabeza.

— Sí, ¿Buscas algo? — Pregunté confundida.

— Sí. — Su mirada se detuvo en mis ojos. — Que dejes a mi novia en paz.

— No sé quién sea tu novia, ni mucho menos quién seas tú. — Espera... ¿Novia? ¿No será...?

— No te hagas la estúpida, tú conoces a Freen Sarocha. — ¡Bingo! ¿Así que esta era la novia de Freen? Apreté los labios tratando de reprimir las risas.

— Oh sí, la conozco, ¿y sabes qué? — Me acerqué a su rostro lo suficientemente cerca para que los estudiantes a nuestro alrededor no escucharan. — Es excelente en la cama. — Susurré sonriente. Al dar un paso atrás, la chica intentó darme una bofetada pero le agarré la mano justo a tiempo. — Nunca debiste hacer eso. — Murmuré molesta soltándole la mano.