En el penúltimo número, me arrepentí y colgué el teléfono bruscamente. No iba a hacerlo, no iba a llamarla. Volví al lugar donde estaba sentada junto con Harvey.
— Y bien.
— Becky, ¿estas enamorada de Freen? — Tragué saliva ante su pregunta.
— Yo, no lo sé...
— ¿No lo sabes?
— No. — Murmuré. — No lo sé pero debe haber alguna explicación para lo que siento hacía ella, ¿no?
— Becky, ¡Mírate! Estas sufriendo por ella, está no es la Becky Armstrong que yo conocí cuando entré al colegio.
— Harvey, yo lo sé. — Suspiré frustrada. — Pero las últimas palabras que ella dijo me hirieron mucho.
— Yo lo sé. — Asintió acariciando mi rostro con una de sus manos. — Sé que las palabras duelen más que los mismos golpes pero por eso no te vas a dejar caer, ¿cierto?
— Lo sé. — Suspiré. — Ella me declaró su amor, la semana anterior y yo no supe que decirle y salí huyendo de ahí. — Sollocé y segundos después las lágrimas comenzaron a mojar mis mejillas. Harvey me abrazo y dejé que lo hiciera. En realidad, se estaba portando bien conmigo.
— Tranquila, Becky. Todo estará bien.
— ¡Claro que no! — Sollocé. — Siempre me dicen lo mismo y nada cambia. Nunca debí haberme involucrado en esto, nunca debí aceptar acostarme con Freen, nunca debí...
— ¿Enamorarte?
— Algo... Algo así.
— Becky, solo hay una única explicación para que estés devastada. El sentimiento de culpa, por más fuerte que sea, no te pone así. En cambio, un corazón roto sí. Quizás.
— Sí. — Murmuré. — Quizás si este enamorada de ella.
— Es lo más seguro — Asintió él. — ¿Y por qué no se lo dices?
— Harvey, tu haz visto como me trató el lunes pasado. — Sacudí la cabeza. — No podría decirle.
— Pensándolo bien... Becky, heriste su orgullo.
— ¿Qué? — Pregunté confundida.
— ¡Si! — Dijo Harvey. — ¿Cómo no lo pensé antes? Heriste su orgullo, Becky. — Me miró con una sonrisa. — La gran Freen Sarocha Chankimha te declaró su amor y según he escuchado que ella nunca se había enamorado, hasta que te conoció. — Asintió. — Y bueno, ahora que por fin se ha enamorado y que su gran "amor" no fuera correspondido, fue como quitarle su orgullo. — Me quedé pensando unos instantes.
Oh, por Dios...
¡Claro! Al rechazarla, rompí su orgullo y...
— También le rompiste el corazón, Becky. — Me quedé perpetua. ¿Cómo no lo había pensado antes? — Esa es la razón por la cual se ausentó toda la semana y cuando tú la fuiste buscar, era obvio que diera indicaciones de decir donde estaba. — Harvey tenía toda la razón.
— ¿Y que hago ahora?
— Nada, mañana. Becky Armstrong regresará, normal como si nada hubiese pasado. — Él sonrió. — Freen regresó al colegio con la idea de hacerte sufrir, ¿qué tal si el tablero se cambia?
••••••
Lunes por la mañana, me levanté justo antes de que el despertador sonara. Si Freen quería hacerme sufrir y jugar, pues que se prepare. Porque conmigo no iba a jugar. Tomé una ducha y caminé a mi closet y me coloqué unos Jeans negros, un blusa negra y tacones.
Dejé mi cabello suelto en ondas, me puse un poco de labial y ya estaba lista. Me miré al espejo y me sentí genial pero luego recordé porque lo hacía. En realidad yo no quería darle su merecido a Freen, yo quería tenerla de nuevo para mí. Solo para mí. Irónico, ya sé. Freen me dio su amor y lo único que hice fue darle un adiós. Y ya era muy tarde cuando descubrí todo el amor que sentía por ella.
Bajé las escaleras suspirando, mis padres se habían ido temprano. Miré el reloj de mi celular. Iba más temprano de lo normal y sentía un cosquilleo en mi estómago. Respiré profundo y salí de mi casa.
Pov Freen.
— Te quiero temprano en la casa, Sarocha. Dijo mi madre deteniéndome antes de salir. — No quiero que te quedes con esa novia tuya, aquella.
— ¿Ginger? — Pregunté recordándole el nombre de mi novia.
— Si, o como sea. — Rodó los ojos. — Sigo insistiendo en que Becky era la chica indicada para ti.
Respiré hondo. Lo menos que quería era gritarle.
— Mamá, ¿qué te dije sobre escuchar su nombre en esta casa?
— Lo siento, Freen, pero como te dije el otro día, no ganaras nada con tu orgullo, solo la harás sufrir.
— Cómo si me importara. — Dicho esto. Salí de la casa, azotando la puerta.
No tenía ganas de nada, estaba malhumorada y agotada por alguna extraña razón. Solo iba al colegio para ver su rostro y apreciar su cuerpo. Quería verla. Esperaba con ansias que Becky fuera al colegio después de una semana ausente. Se que la había tratado muy mal con mis palabras. Pero ni yo misma sabía que me había pasado. Tenía tanto dolor en ese instante que verla tan rota me había terminado partiendo el corazón por completo.
Estacioné mi auto y justo cuando bajé, el auto de Becky se estacionó junto al mío. Estaba segura de que me había visto pero conociéndola de orgullosa y algo rencorosa. Bajó de su auto sin darle importancia que yo estaba a su lado, sorprendida. Activé la alarma de mi auto y ella hizo lo mismo con su auto.
— Buenos días, Gatita. — Dije sonriéndole, ella levanto su vista a mí y solo sonrió.
— Buenos días. — Dijo en voz baja mientras buscaba algo en su bolso. Aproveché que estaba distraída para rodear el auto y acercarme a ella.
— Se ve que no me extrañas. ¿O me equivoco? — Murmuré en su oído.
Se volteó a verme con los ojos llenos de sorpresa.
— La verdad no. — Sonrió cínicamente. Parecía que ahora todo volvía a línea de partida. Sus sonrisas cínicas, sus miradas desafiantes. — Y ahora, con permiso. Debo ir a clase. — Pasó a mi lado y antes de que su cuerpo estuviera lo suficientemente lejos del mío. La agarré del brazo y la jalé, apegándola a mi pecho. Ella me vio sorprendida. Sonreí antes de tomar sus mejillas y besarla.
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Sexo Secreto // Freenbecky [G!P]
FanfictionDos polos opuestos. Becky la odia, Freen la desea. Después de que Freen, le dice un par de insultos, Becky no esta dispuesta a volver a sentirse humillada. Y siguiendo los consejos de sus mejores amigas, saca sus encantos a la vista de todos. Lo cu...