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— Buenas tardes. — Escuché su voz atrás de mí y entrecerré los ojos. — Hola, Becky. — Me saludó.

Me giré para verla. Y me di cuenta de dos cosas. Una, estaba acompañada por Heng,
Dew y otro chico que no llegaba a reconocer. Y dos, se veía extremadamente atractiva.

— Buenas tardes, Freen. — Respondió Nam.

— Hola, Chankimha. —Saludó Irin y Heidi en unísono.

— Hola, Freen. — Saludé secamente.

— ¿Qué te pasa? — Preguntó Freen con una ceja elevada. Se sentó a mi lado, Heng lo hizo pero al lado de Heidi. Dew y Nam se habían sentado en otra mesa junto con Irin y el chico de cabello pelirrojo.

— Nada. — Sonreí falsamente. — Estás guapa. —Dije sin pensarlo, pero haciendo que ella sonriera.

— Gracias, tú estás tan... — Me observó por unos segundos y sonrió. — Irresistible. — Me acarició la mejilla con su pulgar y me dio un beso que me dejó mareada.

Las chicas estaban platicando, con normalidad. Observé a Heidi de reojo y me dije: "Oh por dios, es Heidi". Ella puede acostarse con uno y al día siguiente tratarlo cómo si apenas lo hubiera conocido, al igual que Irin. En cambio yo no. Detestaba eso de mí. Acarició mi mano por arriba de la mesa y contuve la respiración.

Se acercó a mí con intenciones de besarme, pero me alejé. — ¿Qué pasa? — Susurró confundida.

— Nos pueden ver. — Respondí. — Recuerda que nos odiamos.

— Tus amigas ya lo saben, ¿no?

— Si. — Asentí. — Pero cualquiera del colegio puede pasar y vernos.

— ¡Al diablo todos ellos! — Gruñó.

— ¡Freen! — La miré y ella levantó los hombros.

— Me da igual lo que piensen de nosotras. — Se acercó a mí y besó mi cuello. — Aún tienes las marcas. — Susurró con orgullo.

— Y unas nuevas. — Le enseñé las otras que me había hecho la noche anterior y se limitó a reírse.

— Me la pase increíble. — Sonrió. — ¿Recuerdas que te dije que pondría condición para callar mi silencio?

Asentí. — ¿Ya lo decidiste? — Me crucé de piernas y Freen llevó una de sus manos a mis piernas, acariciando uno de mis muslos.

— Si. — Mi corazón se detuvo al encontrarme con sus ojos fijamente en los míos. — Mi silencio te costara... Más noches. — Abrí los ojos y sentí las mejillas arder. Y no precisamente por excitación. Estaba molesta por lo que insinuaba.

¿Acaso quiere que sea su prostituta privada?

— ¿Qué acabas de decir? — La miré y ella se limitó a verme en silencio. — Sarocha, no soy una prostituta. — Aclaré.

— Lo sé, Becky. — Sacudió la cabeza. — Pero no finjas que no te gustó lo de anoche. — Rió. — ¿Qué dices?

— No lo sé. — Murmuré confundida.

— Por dios, Becky. — Su voz era tan ronca que llegaba a erizarme la piel. — Será como "Sexo Secreto". — Mire a Heidi quien estaba en las nubes con Heng, mientras sonreían. Luego miré a Irin y Nam, ellas estaban en sus propios mundos que no prestaban atención a lo que Freen y yo hacíamos.

Miré nuevamente a Freen. — Bien, pero nada de lazos afectivos.

— Eso está más que asegurado. — Acarició mi mulso con sus uñas. — Pero... ¿Puedo tomar tu mano cuando estemos juntas? También quisiera abrazarte y besarte cuando tenga la necesidad... — Mi corazón latió rápido.

Sexo Secreto // Freenbecky [G!P]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora