La verdad los primeros capítulos que he escrito no están tan bien estructurados, pero conforme avanzan de capítulo estará mucho mejor. En un futuro pienso mejorarlos, pero por el momento disfruten. Pueden echar un vistazo a mis capítulos más recient...
Esta frase es un proverbio Chino, pero lentamente se convirtió en una expresión poética con un profundo significado. "Un día se siente como tres otoños o un día dura tres otoños". Se utiliza cuando echamos de menos a alguien.
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Me desperté asustada, con el pulso un tanto acelerado. Al principio creí que solo era un sueño más; una pesadilla. Pero no, esta vez fue real. Aquellos acontecimientos habían sucedido. Me aterraba mucho más el hecho de recordar lo que había cometido, pues ahora eso me hacía ser una villana más. Antes solamente estaba acostumbrada a ser el personaje ambiental en la historia, pero de manera indirecta e inconsciente me he vuelto la protagonista.
La adrenalina es la que me hace sentir viva y saber que sigo subsistiendo en este plano, donde más persona también lo están. Sin embargo, ellos no están tan consciente de eso, porque en realidad nadie sabe qué es en verdad sentirse vivo, sin tener alguna duda de su existencia, solo respiran y algunos se acostumbran a su miserable vida.
Miraba el techo, cuando todos esos pensamientos fueron interrumpidos, una vez que escuché a alguien tocando la puerta.
—¡Pase! —hable, mientras me arreglaba un poco—
Eran los Haitanis, venían con una bandeja de comida. Que bien, mi estómago estaba vacío y deseaba comer.
—Gracias —agradecí, asintiendo con la cabeza y tomando la comida—.
—¿Cómo te sientes? —preguntaba Ran—
—Creo que algo adolorida, pero no es tan malo
—Bien, entonces te dejaremos reposar en cama. Duerme bien y si necesitas algo nos llamas -—Me decía Rin, sonando algo aliviado, para que luego ellos salieran de la habitación—.
Me quedé en la cama, con la comida en el tocador. Se veía muy apetecible, así que comencé a comerla, mi intuición no fallaba, era realmente exquisita.
...
Dos días después
Me encontraba con Ran desayunando en nuestro departamento. Todo estaba tranquilo, hasta que recibió una llamada. Rápidamente se levantó, traté de detenerlo y que me explicara, pero no se detuvo y salió. Me quedé sola en el departamento, ya se estaba poniendo la puesta de sol.
Permanecí sola en el sofá —como siempre—, desde que empecé a estar involucrada con Boten. Pero en este momento se me ocurrió una gran idea. Tenían algunas semanas de no ver a mi madre, la echaba de menos, también a Kazutora. Realmente extrañaba tantas cosas de mi vida rutinaria de antes.
No tenía más tiempo que perder. Comencé a vestirme, me puse algo que se me viera bien.
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