𝙳𝚛𝚊𝚐ó𝚗

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"En la cultura japonesa, los dragones simbolizan la fuerza, el coraje y la magia. El dragón en Japón no se considera una criatura peligrosa, vengativa y portador de catástrofes; por el contrario, es justa, benevolente y portadora de riqueza y buena fortuna."

Me dirigía en dirección a lo que solía ser mi hogar, tenía que confesarle a mi madre la drástica noticia. Seguramente le dolería, pero ella tenía que saberlo, no podía ocultarle nada por ahora, a excepción de mi trabajo

Me detuve frente a la puerta de mi infancia, el corazón me latía con fuerza, mis manos comenzaron a sudar, ni siquiera podía levantarlas para poder tocar la puerta, estaba envuelta en un bloqueo sobre mi propio cuerpo. Tenía que controlarlo o si no él me controlaría a mí. En ese instante mi valor regresó y pude tocar la puerta con la suficiente fuerza para que mi madre pudiese escuchar

—¿Sí? —Decía mi madre sin abrir la puerta

—Soy yo madre, T/n

Mi madre abrió la puerta y me brindó una gran sonrisa, para luego abrazarme, su toque era cálido y reconfortante, como siempre

—Entra

Pase y me senté en el sillón, con el algodón salido en algunas esquinas, eso me lastimaba el corazón, ahora tenía que darle una buena vida a mi mamá, pero necesitaría algo de tiempo

—¿Y bien? Te extrañé bastante hija

Mi semblante se oscureció y mis palabras se atascaban en mi garganta con un nudo demasiado apretado

—Vine porque necesito contarte algo sobre papá

—Ya hablamos de esto, T/n —Su mirada tornó oscura

—Esto es algo serio y me gustaría que lo supieras

—Bien, ¿Qué sucede?

Agache mi cabeza y comencé a sentir un enorme peso ante la revelación que haría

—Papá tuvo otra familia... De esa familia nació un hijo

El silencio y la tensión llenó la habitación, pude notar como el dolor y la confusión cruzaban en el rostro de mi madre, eso hacía sentirme culpable

—¿Por qué no me lo dijiste antes? ¿Por qué ahora?

—No sabía cómo hacerlo, además hace poco me enteré —Admití, sintiendo que cada palabra era un ladrillo más en el muro entre nosotras—. Pero necesito que lo sepas. No solo por ti, si no porque este hijo también es parte de nuestra historia

Mi madre simplemente se quedó aún más confundida y quieta, luchando con sus propias emociones. Lo peor es que yo me encontraba por desatar una tormenta en medio de una carretera soleada

—Mama, el hijo de esa familia... él es alguien que conoces. Su nombre es Kazutora

Los ojos de mi madre se abrieron, y su expresión cambió a otra

—¿El chico de la cafetería?

—Sí, éramos amigos antes de que esto pasara

—¿Y eso que tiene que ver con todo esto?

—Kazu no solo es un amigo, ahora es mi medio hermano. Cuando me enteré no sabía cómo reaccionar

—¿Y entonces qué vas a hacer? —Preguntó mi madre, con un susurro

—Quiero conocerlo mucho más —Dije con determinación—, quiero entender quién es en realidad y cómo encaja en nuestra vida

...

Cristal RotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora