capitulo siete

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El alcohol había comenzado a afectar su mente hace media hora, por lo que agarrar a ambas chicas y llevarlas hacia el sillón del departamento de Martina le pareció el mejor plan.

En la previa eran solo ellas tres.

– Les voy a decir algo que yo creo las va a hacer gritar.– Marti y Guada se miran entre ellas, la primera mucho más afectada por el alcohol que la segunda.– Creo que estoy saliendo con Giani, porque definitivamente estamos en algo juntos, pero nose si eso se define como salir con una persona, quiz-.– No puede terminar que ambas chicas están saltando sobre ella mientras chillan de felicidad.

– ¡No lo puedo creer! En realidad si puedo, pero no pensé que sería tan feliz por la noticia.

– ¿Que queres decir con "si lo puedo creer"?

Se miran entre ellas de reojo, es Guada quien le responde.

– Ay Cami, para nosotras era como una novela que comentábamos a escondidas, incluso nos hacíamos las boludas para preguntarle cosas a Giani. Que obvio no soltaba nada, pero podíamos notarlo distinto.

– ¿Distinto?.– Martina se ríe feliz, Guada le responde.

– Bueno con las miradas que te daba no era nada disimulado, y yo no mentía cuando mencioné los gestos que hacía cuando hablaba, en especial con vos. Todo eso de jugar con sus labios y tocarse la nariz lo delataba mucho.

– Había momentos donde yo me colgaba viéndolo por la pantalla, me sentía re boluda porque pensaba que era muy obvio.– Lo admite mientras con ambas manos presiona sus propios cachetes, roja de vergüenza.

– Si lo era.– Después de una mirada larga se ríen entre ellas, la menor de las tres se siente nerviosa pero feliz.

Feliz por haber encontrado un grupo de trabajo donde todos se apoyen, por haber encontrados nuevas amigas que la acompañen y se sientan feliz por ella y su naciente historia de amor.

– ¿Han hablado sobre lo suyo? 

Es la chica con las mechitas rubias quien encara la conversación, porque Martina todavía está intentando bajar los efectos del alcohol con agua y un abanico que fue prestado por la morocha.

– En realidad si,  ambos planteamos el hecho de que algo estaba pasando y había que aclararlo, por nosotros y por nuestro trabajo también. Resultó mejor de lo que imagine.

– ¿Terminó en sexo?

– ¡Martina! Por dios... no todavía, decidimos seguir pero ir tanteando todo, ser discretos tambien, pero exclusivos.

Ante lo último dicho, las tres festejan entre risas y chistes, dos de ellas felices en secreto por ver a su amigo con una mujer como Camila.

planes espontáneos, finales inesperadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora