-Yo cuidare de ti desde ahora, - ella no dejaba de llorar - no se por que lo hiciste o los motivos que tú madre tuvo para borrarte.
-No puedo decir nada, no quiero - el joven Park no dejaba de llorar.
- Ya no estarás solo hijo créeme - ella se limitó a limpiar las lágrimas del hermoso rostro.
Pero hubo algo increíble que robó la atención de la triste mujer. El ruido que se escuchó, espantó a la persona que aún seguía escuchando la conversación y desapareció de ahí, por el miedo a ser descubierto.
En silencio y sin moverse, la dama observó cómo se abría la ventana, y de ahí entró un pequeño rubio, de ojos pequeños y una triste sonrisa, con ropa limpia y el cabello alborotado, este ayudó a uno más pequeño a entrar también, este otro, si bien tenía los cabellos rubios también, su semblante ni era tan triste como el primero y además se parecían tanto, que era claro que eran hermanos.
Lo más increíble fue que entre esos dos, metieron un tercero, un pequeño de cara regordeta y si bien también era claro ser el tercer hermano, no era tan idéntico a los dos mayores. Y su cabello no era tan rubio tampoco, pero su cara era la más feliz de la tres.
Ya adentro los tres, y los dos mayores de frente a la ventana y de espaldas a las dos personas ahí, el pequeño corrió buscando a Jimin.
-Mochi, Mochi - gritó y fue en busca de esa Mochi que tanto amaba.
Pero la ver la persona que los observaba, se quedó quieto de pie lejos del alcance de ella, los dos mayores se dieron la media vuelta y sus ojos se abrieron espantados.
No sólo por que la dama los observaba, algo le pasaba a Jimin que seguia recostado en la cama, su cara no se veía como siempre y sus lágrimas dolían a esos tres.
Al verlos, Jimin se levantó un poco más y abrió sus brazos, ellos eran justo lo que el necesitaba en esos momentos, ellos sin pensarlo e ignorando a la mujer que seguía sin decir palabra. Corrieron hasta Park, los abrazaron y cubrieron de besos, acariciaron su cara y besaban sus manos.
El menor de los Park se dejaban querer y su cara poco a poco fue dibujando una inexplicable felicidad que solo ellos podían dar.
-Mochi no llores, vamonos a casa, si está señora te regaña no tienes porqué estar aquí - el enano le dijo mientras limpiaba con sus pequeñas manos las lágrimas que aún corrían por la cara de Jimin.
-¡Fue por ellos! - Minha dijo cubriendo su boca inmediatamente después.
Los niños detuvieron lo que hacían y miraron a la mujer.
El enano se bajó de la cama y fue directo a ella ....
-Por favor no regañes a Mochi, el es muy bueno, no es malo y nos cuida, si tu no lo quieres aquí, dile al señor que lo mandó aquí que a nosotros nos hace mucha falta, lo extrañamos en la casa. El señor Suga nos visita todos los días pero no es lo mismo, no es Mochi - con una tierna cara y convencido de lo que decía el menor de esos tres hermanos dijo a la dueña de esa casa.
-Corazon -ella bajo a la altura del pequeño que la miraba haciendo un lindo puchero - yo amo a Jimin y lo quiero para siempre en esta casa y...
-¡No! - el niño interrumpió con un grito - por que nos quieres robar a Mochi, es lo único que tenemos, eres mala.
Los otros dos fueron en su ayuda.
-No permitiremos que te lo quedes - centavito dijo poniéndose al lado del enano.
-Ustedes creen que por tener dinero pueden comprar lo que sea, pero Mochi es una persona - Dólar fue ahora quién habló.
Ella, lejos de estar ofendida, estaba maravillada, esa familia de cuatro estaba dispuesta a lo que sea unos por otros.
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SIEMPRE TU
FanficEl amor puede encontrarse en los lugares más recónditos, la persona más humilde puede hacer que la vida de un adinerado abogado y su familia den un enorme giro, nuevos amigos y enemigos están a punto de darse a notar .... En las familias no siempr...