¿Solo Gym bros?

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El sudor corría como cascada por su cuerpo, los gemidos y quejidos se escuchaban en todo el lugar combinando con los sonidos sordos del aparato

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El sudor corría como cascada por su cuerpo, los gemidos y quejidos se escuchaban en todo el lugar combinando con los sonidos sordos del aparato. Sus piernas temblaban pero aún así no iba a detener sus movimientos, no lo haría, no podía. 

Y siguió, a pesar que sentía su corazón y pecho arder por los movimientos incesantes, además que la música lenta que se colaba por sus oídos le motivaba cada vez más, hasta que su respiración se volvió errática, y no pudo retener sus jadeos descontrolados ante el cansancio. 

Iba a seguir, pero la voz a su lado, esa que le despertaba sentimientos impuros lo detuvo. 

—Jinnie, estás temprano hoy. 

Apagó la corredora y de un salto se bajó de ella, yendo a sentarse a la banca de enfrente a la que su amigo se estaba subiendo. Trataba de controlar su respiración, pero ya no sabía si era por el ejercicio, o por ver al semejante hombre musculoso vestir con una camisola que cada vez que se movía dejaba ver un poco más de su tostada piel. 

—Solo quise venir a despejarme un poco antes de tiempo. —Contestó algo decaído. 

Y con despejarse se refería a ya no dar más vueltas a la ruptura con su ex la semana anterior. Las cosas habían terminado bien, ya no había chispa y ambos estuvieron en mutuo acuerdo, pero aún así seguía la incertidumbre de saber porqué de un momento a otro dejó de amar a su pareja.  

—¿Pasó algo?

Namjoon apagó la caminadora luego de un rato y bajó de ella para secarse el poco sudor que empezaba a acumularse en su frente con la toalla que colgaba en su cuello. Se encaminó hacia él hasta sentarse en la misma banca. 

—Nada importante. 

—¿Seguro? 

Jin asintió triste. Nam se levantó y desapareció entre las máquinas del gimnasio, se sintió mal y desanimado. Tenía que admitir que una de las razones por las que ya no sentía su relación amorosa igual, era porque sentía algo por el moreno con el que compartía charlas triviales; eso lo tenía muy confundido, porque el castaño no había traspasado la línea del respeto. 

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