Cuando nada es lo que parece y la verdad sale a flote junto con un loco psicópata sediento de venganza y cuando los sentimientos no se pueden ocultar
O donde, Cassandra Larsson encontrara el origen de sus problemas debido a un par de amigos muy cur...
El día de la reunión de padres de familia, no me preocupaba en lo absoluto soy buena en la escuela, tengo un promedio de 9 la mayor parte del tiempo, estaba llendo hacia mi casillero cuando veo a una Allison muy avergonzada luchando con unos globos.
—¡Hey!, Féliz cumpleaños bonita.— ella se asusta pero ríe cuando me ve y le acerco el regalo.
—No puede ser, son hermosos, gracias Cass.— eran un par de aretes de flecha con pequeños diamantes, ella me habló sobre su hobby con el tiro con arco.
—No hay de que.— veo como se acerca Scott por lo que decido irme.
Al salir de la primera hora veo a lo lejos una espalda muy familiar para mí.
—¿Ahora que tramas?— susurro para misma, sigo su camino y veo como entra al vestíbulo de los hombres, me quedo a unas puerta lejos de ahí hasta que el sale.
—¿Ahora te dedicas a intimidar a adolescente?.— el se ríe y vienen hacia mi.
—¿Y tú a seguirme?.— me agarra de la cintura.
—En mi defensa estás en mi escuela.—me safo de su agarré y camino hacia mi casillero con el detrás de mi.
—Solo quería investigar algo.— antes de contestarle un chico de mi clase de ecología me habla.
—Oye, Cassandra quería preguntarte algo.— era Luke, mi compañero de mesa.
—Claro, dime.— digo abriendo más mi casillero para tapar a Derek.
—Queria saber si tú, quisieras salir conmigo el sábado en la noche, ya sabes cómo una cita.—no puedo negar que Luke era guapo, pero toda su hermosura la opaca su idioteces y su altanería.
—Si no lo creo— la sonrisa que le di fue más falsa que mis ganas de venir a la escuela.
—Vamos preciosa, no te hagas la difícil.— veo como trata de agarrar mi cintura pero una mano lo detiene.
—Ya te dijo que no, ahora largate.— hace acto de presencia un Derek muy enojado.
—¿Es tu novio?.— pregunta Luke a lo que yo asiento.
—Y aún que no lo fuera no saldría contigo, no eres mi tipo.— lo miro de pies a cabeza y hago cara de disgusto, el se va enfadado.
—¿Y ese quien era?, ¿Y porque tanta confianza contigo?.— me agarra de la cintura y hunde su cara en mi cuello.
—De acuerdo, tranquila fiera.— le doy un beso casto cuando sale de mi cuello.
—¿Porque no vienes conmigo?— sonrió y niego.
—Por suerte para ti, mis clases ya acabaron.— el me sonríe y deja que cierre mi casillero, hoy no traje mi moto ya que mamá me trajo, por lo que dejo que me guíe hasta su carro.
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Lo veo hacer ejercicio como si nada, porque siempre los hombres se recuperan más rápido que las mujeres después del sexo, eso no me parece justo.
