୧'‚ Me he sentido tonto, deberías intentarlo,
él vino y sustituyó la paz y la tranquilidad ˏ'୭-ˏˋ Él es una tormenta, en un lugar inusual, cuando te sientes lejos, él hace lo que la noche le hace al día ˎˊ-
. °·
. · ✦
* ·
* . • ·
•. ✶
˚ · . ·
*
Antes de poder darse cuenta, ya se sentía atraído por él. No podría decir que estaba "enamorado", porqué no creía que esa palabra tan grande pudiera utilizarse en esta ocasión. Quizás y lo que sentía era admiración.
Quizás.
Una admiración que lo hacía sonreír cada vez que lo veía por la mañana en la oficina, que le aceleraba los latidos cada vez que le servía el té y debía llevarlo a su escritorio, estando así de cerca el atractivo aroma de su jefe lo asfixiaba como un agradable incienso.
De repente, Serizawa empezó a cuidar más su aspecto, cada palabra que decía y hasta sus propios pasos al caminar, por si alguna vez su jefe lo observaba de más.
Pero ¿Por qué?
Si se aseguraba a sí mismo el no estar enamorado, entonces ¿Por qué querría que otro hombre le prestara atención?
Ya no le bastaba con los cumplidos, las sonrisas, ni la camaradería que su jefe le brindaba. Necesitaba más, necesitaba ser su único centro de atención.
Una mañana, un cliente cruzó la puerta de la oficina de espíritus y demás, en cualquier otro caso, Serizawa hubiese recibido a aquella persona con más amabilidad, pero no pudo ocultar el desagrado en su rostro, provocado por el hecho de que aquel cliente habitual era una mujer que al parecer sólo acudía al lugar para que su jefe le ayudara con la pesadez en sus hombros.
Hasta el mismo Serizawa notaba las verdaderas intenciones de la mujer.
Una vez su jefe y la cliente se dirigieron a la sala de masajes, Serizawa quiso distraerse del malestar haciendo su tarea.
ㅡ¿Algo te preocupa o por qué tienes esa cara?ㅡ la voz del espectro verde sobresaltó ligeramente a Serizawa.
Su mirada abandonó la tarea que ni siquiera había empezado a resolver en los diez minutos que lleva ahí, para fijarse en el espíritu que flotaba en el aire.
ㅡNada, es sólo que estoy cansadoㅡclaramente mentía, no podía ser más obvio.
ㅡ¿Cansado de que esa señora venga varias veces a la semana para que el estafador le haga masajes?ㅡ comentó Hoyuelo, únicamente para burlarse de Reigen.
ESTÁS LEYENDO
Él es una tormenta -SeriRei
FanfictionSerizawa está enamorado de su jefe, al no imaginarse siendo correspondido, decide mantenerlo en secreto, pero como Hoyuelo disfruta de ver el mundo arder, expone su secreto, sólo para que las cosas se compliquen.