El ser alumbrado

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 Aterrorizada de lo que podría pasarme al estar a tan corta distancia de ese ser, comencé a correr, adentrándome aún más al bosque. Los arbustos se interponían en mi camino y me lastimaban, sentía como de mi pierna empezaba a caer sangre.

Aquel ser todavía seguía detrás de mí, y yo no pude hacer más nada que esconderme en unos arbustos. Con mi respiración acelerada era aún más probable que me encontrara. Y así como lo pensé, así pasó: una luz que venía desde atrás del arbusto alumbró todo, y él apareció delante de mí.

Sus ojos eran muy peculiares, me recordaban a los de Ever, aunque estos parecían tener más odio. Permaneció con sus ojos fijos en mí unos cuantos minutos, hasta que se fijó en mis piernas. Repitió unas palabras muy raras en mi cabeza, sonó algo así: GSGEYJSJAHJDHUA. Me pareció gracioso, pero al momento se me quitó esa emoción al ver que mi pierna permanecía sin un rasguño.

—EL BICHO TAMBIÉN CURA. —No me había dado cuenta de qué había pensado en voz alta, el ser aquel en vez de irse por mi espantosa voz al gritar me hizo una seña para que lo siguiera y, como mis opciones eran limitadas, le seguí.

Por donde me llevaba era mucho más limpio, menos arbustos que me pudieran rasguñar, al ver que iba apareciendo la salida comprendí lo que había hecho.

Esto era demasiado irreal, ¿cómo fue posible esto? Para mí no tenía explicación, quería darle las gracias, pero cuando volteé a mi lado no había absolutamente nadie, pero yo sabía que esto sí había pasado.

En la ciudad solo veía muchas patrullas de policía, cosa que antes de ir al bosque no había visto. No quise detenerme y seguí en busca de algún refugio. Había calles muy lujosas, pero también muy pobres. Me metí en un callejón porque vi a unas personas y necesitaba ayuda o simplemente un poco de agua.

Al acercarme vi que solo eran hombres y quise irme, pero uno de ellos salió corriendo y me tomó del brazo y me acorraló contra una pared. Esperaba lo peor, este solo me dijo que era a la que buscaban a cambio una recompensa. ¿Cómo qué recompensa?, tanto me había perdido.

Me pusieron algo en la cara y sentí como me cargaron, seguramente parecía un saco, gracias a ese vestido. Me llevaban en un coche que iba muy rápido para mi gusto, escuché un choque repentino, deduje que habíamos llegado a mi destino.

Lo primero que hicieron fue quitarme el saco, y si me encontraba en la estación de policía. ¡Qué bendición la mía!, seguramente mi buscador era aquella bestia. 

DONDE TODO CAEWhere stories live. Discover now