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—Es muy dulce de vuestra parte, chicas. Pero en serio, no soy... —la pelirroja suspiró, mirando a las chicas. 

Denna tarareó y asintió con la cabeza.

—Bueno, y en el hipotético caso de que no fueras heterosexual, ¿con quién de nosotras saldrías? —le pregunta la rubia con una sonrisa burlona, interesada en cuál sería su respuesta.

—¿Qué? Denna... —Violeta suspira, lanzando una almohada hacia la chica, quien hace pucheros al recibir el golpe en el estómago.

—¿Quién quiere galletas? —Bea anuncia cuando nota que la motrileña se sentía incómoda.

—¡Yo! —todas dijeron al unísono, levantando las manos emocionadas. 

—¿Keeks? —Bea le pregunta a la pelinegra, quien asiente sonriendo. 

La mayor aplaude y se levanta de su posición anterior en el sofá, dirigiéndose a la cocina.

—Um, ¿podéis alguna alcanzarme los ingredientes? Están en el cajón superior y no llego. —Bea grita desde la cocina.

Todas las chicas rieron y Denna se levantó para ayudarla. Chiara la imitó, corriendo hacia la cocina también.

—Entonces, Vio, sobre la conversación anterior, —Suzete empieza, pero Violeta la interrumpe antes de que pueda continuar.

—Suz, basta. No voy a hablar de eso otra vez. —le dice firmemente a la chica, mirándola con molestia.

—No se lo diré a nadie, lo prometo. —susurra.

—Está bien... ¿Qué pasa? —la pelirroja cede y se vuelve para mirar a la chica de piel oscura, quien estaba sentada en el suelo frente a ella con una sonrisa en el rostro.

—¿A cuál de nosotras elegirías? —le pregunta, con curiosidad evidente en su voz.

—A tu madre.

—Joder, está bien. Dios, solo tengo curiosidad. —Suzete levanta ambas manos en señal de rendición, con una sonrisa en los labios. 

Una vez que las galletas estuvieron listas, las chicas decidieron ver una película nuevamente y, por supuesto, la motrileña quería ver otra película de miedo.

—No, ¡no otra vez! Me diste pesadillas la última vez. —Bea gime, haciendo pucheros.

—Entonces, ¿qué vamos a ver?

Chiara mostró el DVD de Pitch Perfect 2, sonriendo y agitándolo frente a las chicas.

—Me encanta esa película. —Denna dice, asintiendo y poniendo la película. 

La pelinegra sonríe, sentándose en el medio del sofá donde suele sentarse.

En medio de la película, la medio inglesa ya se sentía cansada y se acurrucó más cerca de su almohada. Pasó una hora y media y los créditos aparecieron en la pantalla. Entonces fue el turno de Bea para elegir una película y la cambió a 'The Notebook'. A la pelinegra le encanta esa película y se obligó a mantenerse despierta.

Taciturno | kivi (fic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora