11. "Ganas de verte"

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"Ganas de verte"

En la esencia de las almas
En la ausencia del dolor
Ahora sé que ya no puedo
Vivir sin tu amor

(El amor después del amor, Fito Paez)

22 de Marzo de 2024

La sensación de desesperación que atravesó a Pablo aquella mañana se juntó con el agobio que orientó sus acciones después de que nadie apareciera a decirle cómo estaba Magalí. A pesar de no poder pensar con claridad, tuvo que dar aviso a Josefina y Lucas, llamar a su hija y trata de definir qué haría de ahora en adelante.

Lo tranquilizó saber que Ana había vuelto al departamento pero no le puso mucho empeño a mantener su conversación con ella ya que no sabía bien qué decirle. Su nuevo dilema era atreverse a comentar lo que había presenciado sin violar la privacidad de Magalí y exponerla entre tanta vulnerabilidad. Tampoco sabía cómo interpretar lo que había visto.

Sabía que ella no era de abrirse mucho sobre lo que sufría, Josefina se lo había dicho. Aun así, él sentía la necesidad de desahogarse con alguien que le ofreciera un consejo respecto a su situación con la Maga, lejos de los prejuicios. Quería entender, entenderla, poder ayudarla y acompañarla pero su corazón pesaba al comprender lo difícil que sería adentrarse en el corazón de la mujer.

Esa noche abandonó la clínica cuando Jose le prometió que Elena se iba a poner en contacto con él porque ya estaba viajando para la Argentina. Eso consiguió tranquilizarlo un poco pero seguía sintiéndose enojado y molesto consigo mismo por no haber presionado un poco más para que alguien le dijera qué le había pasado a Magalí.

Su "pan de lágrimas" esa noche no fue otro que Javier quien, después de escucharlo despotricar por horas había estado llamándolo con más asiduidad para saber si había alguna novedad. Para el resto, Pablo tenía que fingir que todo estaba bien, normal, "como siempre" y no fue hasta que se quebró delante de Lionel que supo que había metido la pata.

-Pero, no entiendo, ¿vos estabas saliendo con la minita esta?

-No, gringo pero no sé... Yo la encontré ahí y... es mi amiga.

-Bue, pero vos también, ¿cómo hiciste para terminar involucrado con una mujer así?

-¡Pará un poco! Lo estás diciendo como si Magalí fuera una loca que vive drogada en las calles, ¡y no es así! Ella es... es muy inteligente, dulce y hermosa, se lleva bien con Ana y es...

-Pero entonces no entiendo boludo, ¿qué, te gusta?

-Sí, un poco sí pero, ese no es el problema.

-Mirá, vos sabés que sos mi amigo y todo, te quiero y eso pero... no sé si tendrías que involucrarte tanto con una mujer así de complicada, ¿entendés? Entiendo que te gusté, esto de que se lleve bien con tu hija y eso pero, pasaste de la amistad ¡a hacerte cargo de su internación! Y encima todavía no sabés qué tenía.

-Sí, ya sé pero es que, vos no entendés. Ella no es mala, yo sé que no. Es que, tiene problemas, como todo el mundo pero...

-Bueno pero si yo no dije que fuera mala, ¡ni la conozco! Pero te conozco a vos y ese estigma de boludón solidario lo tuviste siempre. Solamente te digo que no dejés que se aprovechen de vos.

-No, Magalí no haría así.

-¡Pero de qué hablás salame, la conocés hace un par de meses! Que te guste no significa que no te traiga problemas y, puede ser que no busque sacarte guita pero, después de lo que me contaste, igual suena a que es meterte en un quilombo al pedo. Amigos o no, ¿por qué no tratás de mantener la distancia un poco? Encima, con todo lo que se nos viene encima, el equipo te necesita, concentrado y preparado Pablo.

Ganas de verte (Pablo Aimar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora