DOS AÑOS MAS TARDE...—¡Dios mío Malachi! Llevamos viviendo juntos mucho tiempo y aún no sabes ni abrir el maldito lavavajillas. —dije frustrada mientras me acercaba a ver qué problema tiene el lavavajillas.
El me miró con cara de pena y se levantó porque estaba arrodillado viendo el lavavajillas.
—¿Porque estás tan estresada?
Yo bufé.
—No sé Malachi. Me da miedo que no le guste a nadie mi comida.
Y así era. Estaba totalmente frustrada porque después de mucho tiempo íbamos a cenar todos juntos en casa.
Menos mi madre y Felicia porque por lo que parece se han ido juntitas de viaje a París.
El me cogió la cara con las dos manos haciendo que le mirase directa a sus ojos color miel.
—Tranquila , ¿Si? La comida está genial , si sabría mal te lo diría. —empezo con una sonrisa que hizo que saliera la mía también — Además, solo van a venir Austin, Mk y esos trozos de mierda.
Solté una risita.
Ahí me tranquilize más y empeze a reírme. Nos quedamos callados un rato hasta que se agachó a darme un beso a la frente y al separarse mirarme directo a los ojos.
—Te quiero, ¿vale?
Me sonroje porque me encantaba como pronunciaba esas dos palabras los pocos momentos que las decía y además me lo demostraba totalmente.
—Yo igual, cariño.
Me dió un último beso corto en los labios y nos agachamos para ver qué pasaba con el lavavajillas.
Estos últimos años fueron difíciles pero en modo de acostumbrarse y además de aveces echar de menos a nuestras madres por pensar que estaban solas. Pero cuando las llamábamos estaban juntas jugando al ajedrez. Este último año se hicieron inseparables.
Siempre un día a la semana íbamos a casa de alguna madre y cenabamos y otras veces venían todos como el día de hoy, solo que estaban ocupadas con el viaje.
Vivir con Malachi fue la mejor decisión. Porque siempre que volvía agotada de la universidad o el de los rodajes, pediamos algo de comer , nos tumbabamos a ver una película y nos relajabamos accurucados hasta dormirnos. Además , habíamos sanado mucho nuestra relación y pasado mucho tiempo juntos.
—Anda, ve a cambiarte que vas como un puerco. —dije al terminar de arreglar eso frotándome las manos y levantándome. Malachi llevaba aún esos chándal grises que usaba de pijama.
El también se levantó y en vez de ofenderle se rió.
—Uy gracias, me encantan esos halagos, cariño. —me dió un beso y desapareció por el pasillo para ir al cuarto a cambiarse.
Yo me quedé en la cocina aún sonrojada por el apodo. Este chico seguía haciéndome sonrojar apesar de los tres casi cuatro años juntos.
Yo ya estaba vestida. No sé porque, pero me pidió ponerme algo blanco que según el era para conjuntar entonces como ví que le hacía ilusión me puse un vestido blanco que me regaló mamá por navidad. Era más elegante y no tan adolescente, aveces pienso que soy un poco vieja. Era un vestido largo, ajustado por arriba pero por abajo se iba abriendo. Era de tirantes precioso.
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𝑀𝐼 𝑃𝑅𝐼𝑀𝐸𝑅 𝑇𝑂𝐷𝑂 || ᴍᴀʟᴀᴄʜɪ ʙᴀʀᴛᴏɴ
Romance𝗇𝗈 𝗌𝖾 𝗅𝗈 𝗊𝗎𝖾 𝖾𝗌 𝖾𝗅 𝖺𝗆𝗈𝗋, 𝗉𝖾𝗋𝗈 𝖾𝗌𝗍𝗈𝗒 𝗌𝖾𝗀𝗎𝗋𝖺 𝗊𝗎𝖾 𝖾𝗌 𝗅𝗈 𝗊𝗎𝖾 𝗌𝗂𝖾𝗇𝗍𝗈 𝗉𝗈𝗋 𝗍𝗂. 𝖤𝗅𝗆𝗈 𝗒 𝖬𝗈𝖺𝗇𝖺. • Empezada 14.04.24 • 𝖫𝖾𝗇𝗀𝗎𝖺𝗃𝖾 𝖤𝗌𝗉𝖺𝗇̃𝗈𝗅 (𝖾𝗌𝗉𝖺𝗇̃𝖺) • 𝖯𝖾𝗊𝗎𝖾𝗇̃𝖺𝗌 𝖿𝖺𝗅𝗍�...