Capítulo n°28

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Justo después de desconectar mi secadora del enchufe por la mañana, escuché que mi celular comenzaba a sonar. Con solo una toalla puesta me acerqué a la cómoda y tomé mi celular. Ver el nombre de Slime en la pantalla me hizo sonreír. Sospechaba que quería confirmar de nuevo si todavía tenía planes de ir de compras con él y Quackity mañana.

Deslicé mi pulgar por la pantalla y respondí.

-Buenos días.

-Lo voy a hacer sufrir algún día, Roier. -Dijo con voz oscura. -Va a suceder, te lo aseguro. He visto suficientes episodios de CSI como para saber cómo salirme con la mía.

Me mordí el labio.

-¿Qué sucedió?

-Lo atrapé con las manos en la masa.

-¿Qué estaba haciendo?

-Viendo pornografía. Y lo peor es que se estaba masturbando mientras lo hacía. Oh, él no cree que haya nada de malo en eso. Te lo digo, es como si me estuviera engañando. Dijo que no era diferente de cuando yo leo libros eróticos. Le dije que eso es una tontería, porque no me verás tumbado en el sofá con pañuelos y lubricante cerca mientras me toco. Lamento haber puesto esa imagen en tu cabeza, pero tenía que dejar claro mi punto.

-No hay problema. -Dije mientras hacía una mueca.

En ese momento, mi supuesto esposo entró en la habitación. Había ido a su propia habitación después de nuestra ducha, y ahora había regresado completamente vestido y luciendo irresistible. Sus ojos azules se posaron en mí, desafiantes. Esperaba que me quitara la toalla, pero en cambio se sentó en mi sillón.

-¿Qué harías tú si estuvieras en mi lugar? -Me preguntó Slime.

-Bueno, no puedo decir que me gustaría entrar a una habitación y encontrar a Cellbit viendo pornografía... -Fruncí el ceño cuando escuché tres fuertes golpes. -¿Qué fue eso?

Slime resopló.

-Oh, al señor adicto a la pornografía no le gusta que me haya encerrado en el baño, así que está golpeando la puerta con el puño.

-No soy adicto a la pornografía. -Escuché a Mariana quejarse. -Dios, Slime, hombres y mujeres de todo el mundo ven pornografía. Es algo normal.

-Hombres, mujeres y personas de todo el mundo también cometen asesinatos en primer grado. -Respondió Slime. -Pero eso no significa que sea algo bueno.

-¿Estás comparando lo que hice con un asesinato? -Preguntó, su voz llena de incredulidad.

-Bueno, has asesinado mi confianza en ti. Está hecha pedazos en este momento. No veo cómo podemos superar esto.

-Dijiste eso ayer cuando no te gustó cómo cargué el lavavajillas.

-Bueno, no es ciencia espacial, Mariana. Disculpa, Roier, tengo que lidiar con este idiota infiel.

-Mien, no te engañé.

-Está bien, Slime. -Dije, incapaz de ocultar la diversión en mi voz. -Te veré mañana.

-Hasta mañana. -Él terminó la llamada.

Cellbit tamborileó con los dedos en el brazo de la silla y arqueó una ceja.

-Tienes amigos interesantes. -Comentó.

-Sí. -Estuve de acuerdo, poniendo mi teléfono en el tocador.

-Soarinng me acaba de llamar. Él y Niki están atrapados en el tráfico, así que llegarán un poco tarde. -Dijo.

Estaba esperando su llegada, ya que traían mi traje.

Only you. - GuapoduoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora