003

26 3 0
                                    



𝚖𝚊𝚍𝚒𝚜𝚘𝚗.

Llegamos a la fiesta, yo me bajé del auto en seguida, pero a Jonathan le veía algo dudoso.

—¿Quieres que vayamos a otro lado? No hace falta que vayamos si no estás cómodo —él negó.

—No, entremos —finalmente salió del auto, caminando lentamente hacia la fiesta.

La casa era enorme, muchos venían disfrazados. Apenas entrar Tina me abrazó, se notaba que el alcohol ya le había hecho efecto.

—¿Quién es ese? —señaló a Jonathan.

—Es un amigo —Tina me agarró del brazo.

—Pues ahora te voy a presentar a los míos —me comenzó a arrastrar, miré a Jonathan, pero este me hizo entender que no pasaba nada—. Señoras y señores, les presento a mi nueva amiga Madison —me metió en un círculo de gente, entre todos estaba la chica que estuvo con Jonathan y Steve—, sean amables con ella —un amigo de Tina me pasó un vaso lleno de una bebida roja, no sabía lo que contenía, pero me la bebí igual.

—¿Qué es esto? —le pregunté mientras olía aquel vaso, el primer sorbo que le di estuvo fuerte.

—¡Puro fuego! —me contestó y se fue a bailar con el resto de gente.

Cuando me dejaron tranquila comencé a buscar entre la multitud a Jonathan; le encontré en una esquina quieto, mirando a un punto fijo entre la multitud, estaba mirando a la chica con la que había estado en los pasillos.

—¿Como se llama? —le pregunté apenas me acerqué.

—Nancy —abrió los ojos como platos al darse cuenta de lo que había dicho, le salió sin pensar.

—¿Por qué no te acercas? —él ya sabía perfectamente que no me podía decir nada, que ya le había descubierto.

—Porque tiene novio.

—¿Quién es su novio?

—Se llama Steve Harrington —Harrington, el que me llevo a la  enfermería—. No le conoces —si le conozco.

Ese fue en el momento en que la conexión que sentía con él se desvaneció, me dio pena, no sabía cómo pero sentía que era él, pero ahora ya no era posible.

—Pues nada —le di unas palmadas en el hombro—, búscate un nuevo objetivo.

—Voy a por algo de beber —se fue.

Me fui a bailar. Saltaba y daba vueltas, juntándome con otras personas que también bailaban. No había bebido mucho, por lo que estaba perfecta, pero el ambiente y la energía que se sentía en este momento me hacía levitar, hacía que me sintiera bien. Todo iba perfecto hasta que una chica manchada de alcohol me chocó, era Nancy, se la veía muy borracha, por lo que fui detrás de ella.

—¿Estás bien? —la seguí, estaba muy mal como para dejarla sola— ¿Estás sola?

—Déjame en paz —me cerró la puerta del baño en la cara. Yo me quedé confusa frente a la puerta.

—Lo siento mucho, ella no es así —Harrington se acercó a mí para disculparse por los actos de su novia y luego entró al baño de inmediato.

—Dios —dije para mi misma, no entendía muy bien lo que acababa de pasar.

Con la vista intenté buscar otra vez a Jonathan, pero no le encontré, por lo que solo me salí de la casa y me senté en la acera de la calle. Necesitaba aire fresco, dentro de la casa había mucha gente y empezaba a ser agobiante.

apocalypse. steve harrington +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora