apocalypse. steve harrington +18

004

𝚖𝚊𝚍𝚒𝚜𝚘𝚗.

A la mañana siguiente Dustin se fue muy temprano, quería ir a la biblioteca antes de ir al instituto. Al salir de casa el auto de Jonathan ya estaba allí esperándome.

—Me duele la cabeza —le dije entrando al auto.

—Tengo que contarte algo —encendió el auto y comenzó a conducir—. Anoche llevé a Nancy a casa, perdón que no te traje, pero es que no te encontraba y ella se veía muy mal y... —intentó justificarse.

—No te preocupes, me fui antes, me trajeron antes —explique.

—¿Quién? —preguntó curioso.

—Pues el novio de tu amiga, Steve Harrington. Se le veía muy molesto con Nancy —contesté.

—Si, creo que tuvieron una pelea.

—¿Te contó algo?

—No, solo la lleve a casa —estábamos a escasos minutos de llegar al instituto—. Ni siquiera creo que ella se acuerde de que la lleve.

—Estuvo bien lo que hiciste, no la dejaste tirada mientras estaba borracha.

—Oye, ¿Cómo es que Steve Harrington te llevo a casa?

—Digamos que le conocí igual que a ti, nos chocamos, me llevo a la enfermería y hablamos. Luego nos encontramos en la fiesta y también hablamos, me contó algo de su discusión con Nancy y me llevo a casa.

—Es un idiota —se quejó.

—No creo que sea un idiota, me ha tratado bien —le defendí.

—Tú no le conoces como yo —dijo desinteresado.

—Pues cuéntamelo —insistí.

—Ya será otro día —cortó la conversación—. Ya hemos llegado.

—¿Qué tienes ahora?

—Tengo Matemáticas, luego nos vemos —y se fue.

Creo que ha Jonathan no le agradaba Steve, aunque aún no sabía porque, pero no le preguntaría o insistiría, eso es algo que tendría que contarme por su cuenta.

El día comenzaba pesado y seguía siendo pesado, las clases simplemente eran aburridas y mi mejor entretenimiento era mirar el reloj que estaba pegado en la pared de cada clase a la que iba.

—¿Qué tal te la pasaste ayer? —Tina se sentó encima de mi mesa—, me han contado que ayer Billy te estuvo mirando mucho —me susurró algo pícara.

—La fiesta estuvo bien, aunque llegué muy mareada a casa —reí—, pero no se quien es Billy.

—¿Como que no? —estaba extrañada— Llegó justo el mismo día que tú —explicó—, incluso le ha dicho a sus amiguitos del basketball que le has parecido muy guapa.

—Seguro —volví a reír.

Las clases por fin habían llegado a su fin, por lo menos hoy ya habían terminado. Estuve esperando en la salida a Jonathan, pero no encontré su auto, incluso no le había visto en casi todo el día.

—¡Madison! ¡Madison! —la voz de Dustin me hizo quedarme quieta.

—¿Qué ha pasado? —estaba preocupada, Dustin se veía alterado, se escuchaba alterado.

—¡Dart se ha escapado! —al principio no entendía lo que pasaba, pero luego supuse que hablaba de que hablaba del renacuajo.

—¿Te has traído esa cosa al colegio? —ahora yo también estaba alterada.