Jungkook es un joven pintor con talento excepcional: crear imágenes eroticas de hombres. Aunque a publicado algunas colecciones bajo un peseudónimo, a decidió renunciar a la pintura. Entonces Taehyung, un joven de la nobleza, irrumpe en su vida. Un...
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Luego de caminar un poco más con el señor Seok Jin, Jungkook decidió regresar a su habitación, desde su conversación con el señor Seok Jin se había puesto inquieto y pensativo, tanto que tenia una leve migraña, al estar dentro de su habitación suspiró y cerró los ojos por un momento reposando su cuerpo contra la puerta, no sabía cómo procesar lo antes mencionado por su señor Seok Jin.
Luego de unos segundos suspiro y decidió poner atención a su alrededor, sus ojos recorrieron cada esquina del cuarto hasta que su mirada llegó a la pintura erotica que había hecho una noche antes, se acercó lentamente a la pintura que estaba extendida en el piso, conforme se acercó sus pies pisaron un pequeño charco de agua el cual se había formado por la pintura, la cual estaba arruinada, pues esta estaba empapada y la tinta se había difuminado.
Jungkook abrió sus ojos como platos y su piel palideció un poco pues por su mente ya estaban pasando mil escenas donde el Señor Kim Taehyung podría matarlo...
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Kim Taehyung estaba preparándose para ir a mirar la pintura que tanto le había prometido el joven pintor, estaba algo entusiasta, y eso se podía mirar en su rostro al sonreír de tal manera desde el momento en el que sus sirvientes entraron a ayudarlo con su cabello y vestimenta.
Mientras el sirviente le acomodaba el pelo en un moño el no pudo evitar preguntar por Jungkook
—que está haciendo??— cuestionó haciendo que su empleado dejara un Segundo de acomodar su cabello y sus manos temblaran un poco, Taehyung al percatarse de eso decidió replantear la pregunta—Me refiero a Jungkook, ¿que está haciendo?—.
—Ahhh...— el sirviente suspiró y decidió continuar con el peinado de su joven amo —El no a salido del estudio en todo el día, mi señor—
Taehyung sonrío y se levantó apresurado para salir de su habitación, asiendo que el sirviente lo siguiera con la bata en sus manos pues Taehyung se encontraba aún en su ropa de dormir.
—Mi señor, permítame el menos vestirlo—
Taehyung ya se encontraba fuera de la habitación y no pensaba detenerse.
