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Alastor se encontraba sentado en un banco en medio de un lugar lleno de oscuridad. Al mirar sus manos nota que ya no tiene garras y al tocar su cabeza también noto que no tenía sus orejas de venado.
“Bienvenido nuevamente Alastor”
—¿Tu otra vez? —pregunto arqueando una ceja.
“Bueno. ¿Donde más piensas que podíamos vernos?”
—Entonces....¿Quién eres realmente? —volvio a preguntar, está vez de brazos cruzados mirando hacia todas partes.
“¿Yo? Yo soy tu padre....”
—¿Qu-que? —alastor abrió mucho los ojos con gran sorpresa por lo que dijo la misteriosa voz.
“Pfff jajajaja ¿Te la creíste? jajaja”
Alastor tan solo gruñe ante la broma de muy mal gusto.
—Resulta que eres comediante ¿Eh? —este ya estaba completamente enojado—Ahora ¡DIME QUIEN DIABLOS ERES! —grito transformándose nuevamente en un demonio.
“¿Quieres saberlo? Bien....Mi nombre es me.....”
La voz fue interrumpida ya que Alastor estaba despertando poco a poco. Al despertar noto que estába en su habitación acostado en la cama boca arriba. Quiso moverse pero noto que algo se aferraba a el, al quitar las sábanas vio que era la princesa del infierno quien lo abrazaba con fuerza. En la mente de Alastor todo era un conflicto. Por un lado quería recuperar sus poderes para poder gobernar el infierno y llevarlo a otro nivel de sufrimiento. Pero por el otro...un sentimiento, un maldito sentimiento que lo comía por dentro se apoderaba de él cuando estaba al lado de Charlie y aunque le pesará debía admitirlo.
—Je, eh tenido un cariño muy particular por ti querida —dijo mientras acariciaba una de las mejillas de ella—Cuando tenga al infierno bajo mi control necesitaré a una reina —este sonrió por lo que acababa de decir.
Al rato la puerta se abrió dejando ver a la pequeña cíclope de un ojo.
—Alastor —ella sale corriendo hacia el abrazándolo—Te extrañe mucho tonto —dijo mientras lo seguía abrazando.
Alastor rompió el abrazo y ordenó a niffty que le trajera un desayuno a él y a la princesa, ella tan solo asintió con la cabeza y se dirigió rápidamente hacia la cocina.
—¿Mmmm? —charlie despierta poco a poco y al mirar a arriba—¿Alastor? —las lágrimas comenzaban a amenazar con salir. Este tan solo sonrió mas con una risa.
