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"Escribí, escribí sólo para no morirme." -Pablo Neruda 

Dedicado a ti, lerctorx, que estás día a día enfrentando la vida.

No te dejes ir, hazlo por ti y por todo aquello que aún te falta de experimentar y sentir, date la oportunidad de disfrutar intensamente cada segundo que respires.

Incluso con el corazón roto o en su debido lugar, despierta todos los días pensando en lo afortunado que eres de estar aquí.

IZARO SALLOW - 18 años - finales de Julio

Oficialmente mi jornada había terminado, trabajar en este bar era bastante agotador, pero a la vez era la única forma de dejar de pensar y mantener mi cabeza ocupada.

Tengo 2 trabajos, por el día en una librería vintage y por la noche en un bar bastante concurrido por los estudiantes de Santa Mónica.

—¿Hoy no vendrá Fera por ti? .—me pregunta Christell mientras seca las copas, mi compañero de barra y aquel confidente que, siendo del consejo estudiantil, me había dado la bienvenida junto con los novatos, sí, hace un año que yo pertenecí a ese término cuando me mudé aquí para la universidad de mis sueños, cerca de la playa.

—Está en época de proyectos, le tocó liderar un equipo y la están volviendo loca de estrés—coloco en la barra el trapo con el que había estado limpiando las mesas para recargar mis codos con cansancio—, probablemente me vaya a dar una vuelta por si necesita algo.

—¿Quieres que te lleve? —sonríe amigable —. Ya es muy tarde, nena, me sentiría más tranquilo si te llevo.

—No te preocupes, Chrispy —bostezo —, caminaré. Además, quiero comprarle un poco de comida antes de llegar con ella, de seguro ha comido puros fideos. —rio recordando ese hábito que mi novia tiene cuando suele estresarse y no tener paciencia para cocinar.

—Pues para tu información hoy he comido atún —su voz me hace girar a la puerta principal, viéndola quitarse su casco negro, dejando que ese bellísimo cabello corto rosa pastel resalte ante su ropa oversize completamente gris —, a veces el esperar que los fideos se hinchen es más desesperante que abrir una lata y comer a cucharadas.

—Tú lo entiendes —mi amigo levanta la última copa que secar hacia Fera, señalando un punto, que ambos son estudiantes de arquitectura y saben lo que es no comer ni dormir por falta de tiempo —, he oído que andas en proyectos. —cuando siento los brazos de ella rodeando mi cintura para colocar su cabeza en mi hombro, giro mi rostro y le doy un suave beso.

—Ya sabes cómo es, Chris, detesto las entregas en equipo. —mi novia habla cuando termina de devolverme el beso.

—Fuerza entonces, la necesitarás, aunque claro, también cafeína. —los tres reímos.

—Nos vamos, Chrispy —él asiente y me abraza por encima de la barra como despedida en cuanto Fera se separa —, estaremos viéndonos la próxima semana. —le sonrío.

—Adiós, minion. —aprovecha su cercanía para alborotar el cabello rosa de la chica a mi lado, ella le saca el dedo medio y ambos ríen.

—¿Y si te metes tu minion por el cul... —interrumpo a Fera, tomándole la mano para jalarla hacia la salida.

—Linda, linda, linda, ¿qué te he dicho de respirar antes de pensar en insultar a alguien?. —ella carcajea señalando a mi amigo mientras camina conmigo.

—Hoy te ha salvado Iza, mañana quién sabe. —su sonrisita diabólica me hacer recordar a Nimona, un personaje de nuestra película favorita.

Sólo sé...que siempre has estado ahí [#1] - © NUEVA VERSIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora