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IZARO SALLOW – 19 años - mediados de octubre

Ni siquiera había notado qué hora era, sólo sabía que Daryan aún no llegaba de sus clases y que Yv me había cancelado la sesión de lectura porque tenía que quedarse a cuidar a su abuelo, con el que vivía.

En unas horas comenzaría mi turno en el bar y cubriría también el turno de Chris, ya que estaba en temporada de entregas y necesitaba que le echara una mano dos días, así que estaría saliendo a las tres de la mañana. No podía quejarme, porque él también me ayudó a cubrir mis turnos la semana de vacaciones de verano, simple reciprocidad, somos amigos y justo daba la casualidad que trabajamos en el mismo lugar.

La puerta sonó con dos suaves toques, así que he de asumir que no es Daryan porque si no, sólo entraría y ya.

—No está, Andrew, aún no llega de clas... —creo que se estaba haciendo costumbre que me equivocara de persona siempre y cuando Edevane se encontrara del otro lado de la puerta.

—Me dijo Bonuet que reprobó una materia y que tuvo que abordar al profesor para corroborar su calificación —Edevane traía su sutil delineado negro en la zona de agua baja de sus ojos, chamarra de piel con una polera negra de cuello alto, pantalones de vestir al igual que sus zapatos... —. No sabía que para dejarme entrar a tu habitación tenías que escanearme primero. —ríe.

—No es eso —le dejo espacio para que pase y cierro la puerta—, disculpa. —él niega.

—No, está bien, no te preocupes. —deja su mochila sobre la cama de Dar y se acuesta agotado.

—¿Día difícil?

—Algo así. —murmura.

—¿Quieres que te traiga un vaso de agua?. —niega nuevamente.

—No te preocupes, yo iré, sólo...dame...un... —suspira pesado— ...minuto. —bosteza cerrando los ojos.

—¿Es realmente necesario que hoy estudien?

—¿A caso me estás corriendo? .—una amplia sonrisa de labios aparece en su rostro.

—No, pero te veo muy cansado y a veces es bueno darse un respiro. —al final de mi oración él abre sus ojos y se sienta con lentitud,

—Tienes un muy buen punto —asiente con firmeza—, pero son los parciales y, por la mala racha de Bonuet, no es bueno desaprovechar cualquier oportunidad que se nos ofrezca para estudiar.

—Bueno —accedo—, sólo no sean tan duros consigo mismos.

—Cierto. —se levanta por su vaso de agua y regresa para abrir sus cosas, después de un rato sólo puedo escuchar el sonido de lápiz sobre papel, asumo que dibuja.

—¿Qué te han dejado? .—es mi forma de indagar, mientras sigo leyendo mi cuento clásico favorito, recostada sobre mi cama.

—¿Quieres mirar? .—dirijo mi atención y ojos sobre él y cómo voltea su libreta hacia mí.

—Es...increíble. —un gato a detalle extremo me recibe, todo a lápiz

—Estamos practicando proporciones de animales, por el momento nos han dejado tomar de referencia alguna mascota nuestra.

—¿Tienes un gato? .—por unos momentos la pregunta se queda en el aire, un Nourian pensativo me responde después.

—Teníamos, murió hace un par de años.

—Lo siento. —no puedo evitar sentirme mal por haberle hecho mostrarme su dibujo.

—Está bien, se me hizo una bonita forma de recordarlo —asiento y le sonrío con empatía—. Además, el gato no era mío, era de mi hermana.

Sólo sé...que siempre has estado ahí [#1] - © NUEVA VERSIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora