—¿Y qué esperas que te diga, Ari? —mi familia era la única que me llamaba así, pero en este caso, era mi madre—, tú decidiste irte, abandonar a tu familia, ese es el precio a pagar.
—¿El precio a pagar es que siempre discutamos cada vez que te hablo? .—mi voz se comenzó a cortar, el nudo en mi garganta se hacía cada vez más presente.
—Sí, por escoger la maldita universidad más lejana que pudiste encontrar.
—Mamá, ya tuvimos esta conversación hace un año, no la escogí por estar lejos, la escogí porque me enamoré de esta universidad desde que comencé a investigar lo que quería.
—¿En serio lo que quieres es a una muchachita por sobre Calix? .—pregunta con repugnancia en su tono.
—Esa mujer de la que hablas se llama Fera y no sólo eso, es mi novia, mamá.
—Lo que sea —estoy segura que está rodando los ojos mientras no puedo verla en la llamada—, te dejé experimentar en el instituto porque pensé que era una etapa, pero después vas y eliges a Calix y, un día sólo...te fuiste, sin siquiera darle un cierre a ese pobre muchacho —ahí va de nuevo, recordándome su favoritismo—. Y ahora vienes y me recalcas cada vez que puedes, que esa tal Fernanda es tu novia, ¡que dios me ampare!
—Es Fera, el diminutivo de una estrella en la constelación de....
—¿Crees que eso es relevante? Cuando te acabo de decir que Calix sigue interesado en ti, ¡despierta!
—Mamá, él y yo quedamos en buenos términos, no queríamos lo mismo, pero nos apreciábamos lo suficiente como para dejarnos ir, no le des tanta vuelta al asunto, espero que se encuentre bien, así como sé que él también estaría feliz por mí.
—Siempre dejas ir a los buenos muchachos por tu innecesaria inclinación basexual.
—Es bisexual, madre. Ambos, por eso es bi.
—¿Ves cómo siempre me quieres llevar la contraria? .—suspiro pesado, viendo salir del baño a Daryan, envuelta en su bata roja y una toalla enrollada en la cabeza.
—Mamá, tengo que colgar, iré con Dar y unos amigos a la playa para celebrar. —sólo escucho su resoplido, pero termina accediendo.
—Está bien, amor, pásalo lindo.
—Lo haré, salúdame a Sarah y Mariè —digo mencionando a mis hermanitas, una con 6 años y otra con 15—, diles que las amo mucho, un día de estos les voy a marcar para hablar con ellas, ¿vale?
—Yo les digo.
—Gracias, ya sabes que te hablo los viernes a la misma hora cada dos semanas, ¿está bien? —sonrío ladina al celular—, no olvides que te amo, madre, no importa lo que me digas, siempre lo haré.
—Terca. —su manera de decirme que ella también.
—Culpable —asiento con una sonrisa—, hasta pronto, también salúdame a papá. —cuando estoy por colgar la voz de mamá me hace detener.
—¿Ari?
—Eu. —respondo, escuchando sus respiraciones lentas y como tiene que pasar saliva, dando las señales de que está por llorar.
—Feliz cumpleaños, amor.
—Gracias, mamá. —sonrío con los ojos llorosos, ella carraspea a través de la llamada.
—Sin más sentimentalismos, adiós. No olvides saludarme a Keyla. —es ahí cuando escucho los pitidos. Cuelgo desde mi celular y me recuesto boca arriba de mi cama, regulando mi respiración mientras miro al techo.
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Sólo sé...que siempre has estado ahí [#1] - © NUEVA VERSIÓN
Jugendliteratur~PRIMER LIBRO TRILOGÍA: NEVER GIVE UP~ "Experiencias nuevas, sentimientos encontrados." Queda prohibido cualquier adaptación o intento de plagio de esta historia. Es auténtica y completamente creada por mí. Respeto a la comunidad Wattpad. Historia r...