VIII

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—¿Wonyoung que haces? —Yujin la alejó lo suficiente sintiendo molestia hacia ella, algo que la rubia se percató.

—¿Por qué te molestas? Es normal que trate así a mi novia.

—¡No, no soy tu novia!

Esta mentira le empezaba a molestar.

—Será mejor que me marche y que puedan hablar. ¡Es un gusto volver a verte! ¡Nos vemos luego! —Mark se marchó, nada de lo que vio hizo que su mirada se desvaneciera, al contrario, apenas sería el inicio para conquistar a su primer amor.

A la pelinegra le hubiera gustado al menos guardar su número de celular para contactarlo en el futuro, ahora que se fue, dudaría de volver a coincidir con él.

—No tenías que hacer eso. —De nuevo le hizo un reclamo a Wonyoung, su tristeza era lo que no podía ocultar y esperaba una explicación y disculpa por parte de la rubia.

—¡¿Qué se supone que debo hacer si te veo coqueteando con alguien?! ¡¿Acaso miraste como te sonreía ese chico?!

—¡Solo es mi amigo! Dime: ¿Qué es lo que te da miedo? ¿Por qué lo hiciste?

—Me da miedo que entregues mi vida a cualquier persona por dinero.

—¿Ósea que desconfías de mi?

—Y también me molesta verte con alguien más.
Wonyoung se acercó lentamente a ella, buscando un abrazo cálido, para sujetarla con fuerza y disfrutando de la suavidad de su cuerpo, sintió tanto miedo perderla.

Al contrario, su guardaespaldas seguía disgustada con su comportamiento.

Negó todo contacto con ella.

—Con mis amigos no tenemos que fingir que somos pareja.

—Entonces regresemos a casa Jini.

La rubia trató de fingir enojo, pasó delante de ella sintiendo tanta humillación, tu rumbo era ir al auto.

No hablaron en camino, en la mansión Wonyoung siguió jugando a no verla e ignorarla. Las únicas palabras que le dirigió para hacerle saber que tenía prohibido entrar a su habitación y que si la necesitaba la iría a buscar.

En plena noche Yujin se había dispuesto a descansar, la llamada de Wonyoung nunca llegó, debía seguir molesta, lo que llevo a plantearse sobre la conducta que la rubia había tenido anteriormente.

Al no obtener un llamado se supuso a leer los tantos archivos que Gaeul le había mandado, aunque quiso enfocarse más al archivo con el nombre: “Expediente Jang Wonyoung”.

Su fecha y lugar de nacimiento, nombre de sus padres, lugar donde estuvo en el orfanato, día y hora que llegó, día y hora que se marchó, quien fue su tutor responsable y nada más.

Las pocas observaciones que hacían mención a su comportamiento, una niña introvertida y reservada que siempre preguntaba si su madre regresaría por ella, tenía notas sobresalientes y estaba en un club de baile.

En efecto, la señora Jang fue quien dejó a su hija en un orfanato diferente que a ella. Lo que llamó su atención fue ver que a los 3 días de haber abandonado a Yujin, fue a recoger a Wonyoung.

Entre más tiempo pasaba cuidando de Wonyoung, más se iba alejando de la señora Jang, por ende su venganza sería más difícil de obtener.

Se quedó dormida pensando miles de formas de acercarse a la señora, su sueño y cansancio hacían hecho de las suyas, ocupaba ese descanso para tener motivación el día siguiente cuidando del peligro a su jefa.

𝐄𝐥 𝐩𝐫𝐞𝐜𝐢𝐨 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐯𝐞𝐧𝐠𝐚𝐧𝐳𝐚 - annyeongzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora