II

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Debía encontrar una manera de regresar a esa mansión para ejecutar su plan, parecía más fácil decirlo. Buscó en los portales de trabajo, pero no había ninguna vacante, consiguió vivir en un pequeño apartamento en el centro de la ciudad, debido a que donde vivía y su negocio se encontraba a las orillas, más o menos dos horas de su objetivo.

La única oportunidad sería visitar personalmente esa mansión.

Cruzar por la ciudad era como visitar una jungla, en cualquier momento te podías perder.
La gente imposibilitada transitar con tranquilidad la avenida.

¿En qué momento creció tanto la ciudad?

Yujin estaba plácidamente cruzando la calle cuando alguien grito:

—¡AYUDA! ¡ME HAN ROBADO!

Quería ser la heroína.

Reconoció a la mujer que gritaba, esa chica había estado días antes en su negocio.

Corrió tras el asaltante, atravesó tanta gente para alcanzarlo, aquel sujeto era veloz y pronto llamo la atención de la multitud por empujar a demasiados individuos. Hasta que llegaron a una calle sin salida, una pared que era imposible para brincar para ambos.

—¡¿Por qué te involucras?! ¿Por qué no solo me dejas ir? —Exclamó el sujeto.

—Esa mujer no merece lo que acabas de hacer.
Yujin tenia miedo de acercarse demasiado, no sabía si el asaltante podría algún artefacto pulso cortante o alguna arma.

—¡¿No?! ¡Deja de hacer justicia por la gente ricachona! Wonyoung es hija de la millonaria Jang, así que pueden comprar millones de cosas, esto —señalando un bolso blanco con perlas—, es fácil de remplazar, es como quitarle un pelo a un gato.

«¿Wonyoung es hija de la señora Jang? » pensó Yujin.

Sus ojos se volvieron llenos de rabia.

—¡Me darás eso!

Se abalanzó a él, conocía las artes marciales, de esa forma se defendió de su atacante que le dio pelea, por un rato hasta que sonaron las sirenas de la policía acercarse.

Yujin habría ganado por su habilidad y agilidad. Cuando se acercaron los policías Yujin había dejado al sujeto en el suelo, tomando dichoso bolso.

Se había hecho justicia.

—¡Mi bolso!

Wonyoung había llegado hasta Yujin para reclamar lo que era suyo.

—Yo llame a la policía, pero igual agradezco que me hayas ayudado, nadie lo habría hecho.

—De nada.

Los policías subieron al sujeto al auto, sin antes ver a Yujin con mucho enojo, exclamó:

—¡Me las pagarás niñita!

Yujin no presto la importancia en esas palabras, su mente estaba enfocada a la persona que tenía adelante. Wonyoung. Era hija de quién fue su madrastra en el pasado, quería saber si Wonyoung conocía las fechorías que hizo su madre.

¿Cómo alguien tan bonita como ella era hija de una persona malvada?

—Yo me retiro.

Camino hacia la salida del callejón.

—Espera.

No hizo caso, saliendo lo más rápido posible.
Necesitaba pensarlo mejor, necesitaba saber de qué forma está chica le sería útil.

Llegó a un parque pequeño de la ciudad. Se sentó en una de esas bancas.

Estuvo tan cerca de tener una interacción con la joven.

—¿Por qué corres tan rápido?

De nuevo esa voz.

—¿Qué hace aquí?

—Necesito pagarte por tu buena acción.

—Se ve que proviene de buena familia. ¿Por qué darle tanta importancia a lo material?

—Es una bolsa de diseñador, si me lo robaban estaría en problemas, la señora Jang me castigaría por eso.

—¿Señora Jang?

Confundida del porque le hablaba de esa manera, si se supone que era su madre.

—Es mi madre, pero últimamente hemos tenido problemas. ¿Conoces la empresa Nexo? Pues mi mamá es la dueña, soy su hija y está mal visto agradecer, es la primera vez que lo hago, así que gracias.

La joven dio la vuelta y se retiró, Yujin estaba con la cara sorprendida, está chica tenía que agradecer aunque lo hizo de una forma muy peculiar.

-'🌸´-

Delante a ella, estaba ese portón negro de la mansión.

Nada había cambiado, parecía todo intacto.
Ese sentimiento inundó su rostro de lágrimas, ahora ella era una chica de la calle con sed de venganza por recuperar lo suyo.

Llamó a uno de seguras insistiendo que la dejaran entrar:

—Señorita, insisto, si la dejó pasar estaría en problemas.

—Creo que no me entendió, vengo a pedir trabajo, vi un anuncio que buscaban cocinera y vengo a eso.

Era mentira, aquel anuncio no existía.

—La dejaré pasar, pero me deslindó de lo que suceda.

Solo así se abrieron las grandes puertas, tenía que seguir la vereda recta de unos 15 metros antes de llegar a la casa.

Iba bien hasta que un auto negro se detuvo a su lado.

Se quedó inmóvil. ¿Qué se supone que debía pasar?

Bajo el chófer y abrió la puerta trasera, con tanta elegancia salió esa mujer vestida extravagante, su cara no había cambiado.

La señora Jang, era ella.

—¿Tú eres? —se sentía tan autoritaria aún con esas gafas oscuras, Yujin sabía que la miraba  fijamente.

—Vengo por el empleo de cocinera.

Estaba temblando. ¿La ha reconocido?

—Pregunté tu nombre —de nuevo tan frívola.

—Han Jini.

Ese sería su nombre, frente a ellos.

—¿Qué se cree señorita Han entrando por la puerta grande?

—Ya le respondí.

—¿De verdad te crees apta para el empleo en mi mansión?

La señora Jang no se prestaba para dialogar si no era con alguien de su estatus, está chica para ella no era nada.

—Necesito trabajo, me adaptaré a cualquier empleo.

Y tampoco Yujin iba a ceder a perder está oportunidad.

—¿Cualquier empleo? Bien. Si soportas a mi hija, entonces el empleo es tuyo.

—¿Su hija?

—Jang Wonyoung, serás su guardaespaldas. Si de verdad lo sientes, entonces darás tu vida por ella.



¿Qué podía pasar mal?

𝐄𝐥 𝐩𝐫𝐞𝐜𝐢𝐨 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐯𝐞𝐧𝐠𝐚𝐧𝐳𝐚 - annyeongzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora