IV

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Yujin la apartó sin más, sin importar la forma brusca que lo hizo y tapó su boca con su brazo tratando de limpiarlo.

—¿Por qué lo hizo? Esto me puede generar problemas con su madre. —Lo único que pudo hacer fue reclamar.

—¿Eso te genera problemas? ¿Osea no tienes problemas con mi orientación?
La forma dulce y fresa de expresarse de la rubia cautivo su corazón.

—No tengo problema con que te gusten las mujeres, pero no trates de involucrarme en tus gustos, sé que lo haces para que me despidan.

—Claro, a mí me conviene que te despidan. —Se sentó sobre el borde su cama cruzando sus piernas y ladeando suavemente su cabeza, trataría de seguir con ese juego, Wonyoung siempre encontraba la forma de despedir a sus guardaespaldas. —Pero he de admitir que eres mi tipo, así que dame la oportunidad de conquistarte.

—De ninguna manera. Señorita Wonyoung lo mejor es que me retire y piense bien las cosas, avíseme si vamos a salir, por el momento iré a hablar con el jefe de seguridad porque tiene mucho que enseñarme de esta casa.

Sobre una mesita dejo un radio que emplearían como método de comunicación, Yujin cargaría el otro par, esperando que de verdad fuera útil.
Salió la habitación, al cerrar la puerta soltó un fuerte suspiro, las emociones en ese momento se estaban tranquilizando. Tal vez tratar con la señorita Wonyoung sería un reto para ella.

Antes de ir a buscar al de seguridad se dirigió a su pequeña recámara para encerrarse y elaborar una llamada rápida a su amiga Gaeul.

—¿Todo bien Yujin? —Cuestionó al instante.

—¡No! ¡Nada está bien! —Empezó a girar en círculos sobre la recámara. —¡Termine siendo la guardaespaldas de esa niña que fue la última en llegar a la tienda de discos! ¿Sabes qué es lo peor? ¡Me acaba de besar! ¡Además quiere que renuncié!

—Respira Yujin, ¿te refieres a la rubia que atendiste?

—¡Es ella! Ella es hija de la señora Jang.

—Supongo que la vas a tener que soportar. ¿Cuál es tu siguiente plan?

—Necesito que busques guías rápidas y código de ética de un guardaespaldas, por el momento iré a ver al jefe de seguridad, dame suerte Gaeul.

—Suerte Yujin, porque de verdad lo vas a necesitar.

Cortó la llamada, salió en busca de tal persona. Luego de un rato de explorar la casa le lleno de melancolía, pisar lo que fue su hogar fue un cálido abrazo.

El resto de su día se la paso con el jefe de seguridad, a diferencia de las personas con las que había interactuado en la mansión, Luca era un joven muy amable y atento, le enseño lo básico y fue comprensivo con su situación al escuchar como Yujin estuvo buscando trabajo de cocinera en lugar de guardaespaldas.

—La señorita Wonyoung ha tenido decenas de guardaespaldas, si de verdad necesitas el trabajo vas a tener que lidiar con ella, no soy tan cercano con ella, así que no puedo darte mucha información.

Ambos conversaban en el patio, sentados de frente con una mesa de madera que los separaba, Luca le prestaba tanta atención y no dejaba de mirarla.

𝐄𝐥 𝐩𝐫𝐞𝐜𝐢𝐨 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐯𝐞𝐧𝐠𝐚𝐧𝐳𝐚 - annyeongzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora