La tarde cae suavemente sobre la casa Madrid. Estoy muy aburrida aquí sin Carre; él ha ido a entrenar desde la mañana y aún no regresa.
—¿Spreen, sabes cuándo vuelve Carre? —le pregunto a Spreen, tirada en el sofá con el celular en la mano.
Spreen me dirige una sonrisa y no entiendo bien por qué.
—¿Y para qué queres saber? —dice Spreen con una sonrisa en los labios que parece esconder algo.
En ese momento se abre la puerta y aparece Carre con una amplia sonrisa en el rostro. Tiene el cabello oscuro y ligeramente alborotado por el sudor.
Su camiseta negra se adhiere ligeramente a su cuerpo, mostrando la definición de sus hombros y brazos, mientras que lleva puestos unos pantalones cortos negros que le llegan hasta las rodillas.
Me levanto del sofá con una sonrisa dejando el celular y corro hacia Carre para abrazarlo.
—Noo amiga estoy todo sudado —se queja Carre, pero con una sonrisa en el rostro.
Le dedico una sonrisa juguetona y le revuelvo el pelo cariñosamente.
—¿Ey, quieren prender stream en un rato? —pregunta Spreen.
Carre y yo intercambiamos una mirada antes de asentir.
Mientras Carre se baña, Spreen y yo preparamos todo para hacer el stream de La casa Madrid.
Poco después, escucho la puerta del baño abrirse y volteo para ver a Carre entrar a la sala sin camisa, con una toalla colgada despreocupadamente sobre uno de sus hombros. Su piel brilla ligeramente por el reciente baño y su cabello, aún húmedo, cae desordenado sobre su frente. Siento un leve cosquilleo en el estómago al verlo así.
Intento mantener una expresión neutra y concentrarme en ajustar el zoom de la cámara. —Listo, ya tenemos todo listo para el stream —respondo, aunque mi mente sigue revoloteando por la imagen de Carre sin camisa.
Spreen ya había prendido stream y cuando volteo sentí una leve desilusión al ver que Carre ya tenía una camisa blanca puesta.
—¿Qué ondaa, gente? —le dice Spreen al chat.
—¡Hola, chat! —digo sentándome en medio de Carre y Spreen.
—¿Eu, pinta hacer un chupistream? —dice Spreen con un tono de ilusión en su voz.
Carre se queja de inmediato, riendo un poco. —Pero, yo no puedo tomar, ya lo sabes. Tengo que pelear en la Velada.
El chat se llena rápidamente de comentarios sobre la Velada, mostrando su apoyo a Carre.
—Y... pues tu no tomas —le digo a Carre mientras le sonrío al chat.
Carre me miró con un poco de duda al principio pero, luego se le dibujó una sonrisa en los labios.
—Está bien, yo los cuido —dijo Carre abrazándome el hombro con ternura.
Spreen fue a por alcohol y vemos como regresa con dos vasos de Vodka y una lata de Speed para Carre. Al verlo no puedo evitar reírme un poco.
La noche transcurre entre risas, preguntas del chat y tragos de vodka. Empiezo a notar cómo el alcohol se me sube a la cabeza y me doy cuenta de que llevo mirando a Carre más tiempo del que debería mientras él habla con Spreen. Su risa, sus gestos, todo parece más fascinante bajo la luz tenue de la sala.
Me giro hacia el chat y veo:
"Dios, como lo miraa"
"Carre, ¿te das cuenta cómo te mira Angie?"
"Angie, tus ojos dicen todo"
Mis mejillas se vuelven de un tono rosado al leer el chat. Carre y Spreen al ver mi sonrojo me miran confundidos.
Carre se inclina para ver el chat.
—Angie y Carre bésense ya —lee Carre en voz alta.
—¿Ehh? —murmura Carre y me mira con una sonrisa confusa.
Spreen se rió a carcajadas.
Siento mis mejillas arder y mis emociones se intensifican por el alcohol.
Abrazo a Carre intentando esconder mi sonrojo en su cuello.
—Basta Angie nos van a hacer edits en tiktok —dice Carre riendo mientras me da palmaditas en la espalda.
Me separo de el y doy un trago a mi vaso intentando reprimir una sonrisa incomoda.
A medida que la noche continúa, empiezo a sentirme cada vez más mareada.
Intento mantener la calma, pero cada sonrisa y cada contacto con Carre me hacen sentir más nerviosa. Hasta que Carre decidió que ya era hora de cortar el stream.
Cuando apagó el stream Carre intercambió una mirada con Spreen.
—¿Ey, Angie estás bien? —me pregunta Spreen y no logro entender el por qué.
Me siento muy mareada por el alcohol, pero me limito a asentir y Carre me mira con atención.
—Tranqui, yo me encargo, anda a descansar, Spreen — dice Carre y Spreen asiente con la cabeza.
Spreen camina hasta su habitación y Carre me da la mano para ayudarme a levantar.
Al levantarme me quedo mirando el rostro de Carre. Nunca antes me había detenido a observarlo de esta manera.
Su cabello oscuro, aún un poco húmedo y desordenado, le daba un aire despreocupado pero atractivo. Sus ojos claros eran hermosos y brillaban bajo la luz de la habitación.
Carre me saca de mis pensamientos devolviendome a la realidad con su voz.
—Angie, ¿De verdad, te encuentras bien? —me pregunta algo preocupado.
Impulsada por el alcohol me acerco a él y mi rostro queda a centímetros del suyo.
—Estaría mejor si te quitaras esta camisa —susurro tirándole del dobladillo de la camisa.
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