3 ❙ Anoche ᯓ ➹

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Angie

Siento un fuerte dolor en la cabeza mientras intento recordar los fragmentos borrosos de la noche anterior. Al abrir los ojos, lo primero que veo es a Carre en mi cama.

Miles de pensamientos atraviesan mi mente sobre lo que podría haber ocurrido anoche y ninguno de mis pensamientos son buenos.

Mi rostro se llena de confusión.

—No sé lo que estés pensando pero, no pasó nada sexual —dice Carre ladeando una sonrisa.

Siento cómo mis mejillas arden

—!Carre! —digo avergonzada y un poco aliviada al mismo tiempo.

Él se ríe suavemente aún acostado en la cama mientras yo me levanto y me paso las manos por la cara.

—¿Qué haces acá? —pregunto confusa, otra vez.

Carre se inclina para sentarse en la cama y sonreírme maliciosamente.

—Vos me pediste que me quedara

Intento recordar exactamente lo que pasó, pero mi mente está nublada. Me siento en el borde de la cama, mirando mis manos mientras trato de ordenar mis pensamientos.

Vuelvo a pasar mis manos por mi rostro con un gesto de dolor y siento como Carre me mira de reojo con preocupación.

—¿Querés que te traiga algo para el dolor de cabeza? —pregunta, levantándose de la cama.

Asiento con una sonrisa débil

Mientras Carre sale de la habitación, me quedo pensando en lo que pasó anoche. ¿Realmente le pedí que se quedara conmigo? ¿Y qué más le habré dicho? Siento que hay algo más que no logro recordar, algo importante.

Carre regresa con un vaso de agua y una pastilla para el dolor de cabeza. Le agradezco mientras tomo la pastilla y bebo el agua. Él se sienta a mi lado en la cama, observándome con una expresión de preocupación.

—¿Te sientes mejor? —pregunta.

Asiento lentamente.

—Carre anoche... ¿dije algo más? Algo... raro —pregunto tratando de sonar casual.

Carre cambia de expresión rápidamente y tensa la mandíbula un poco nervioso.

—No importa Angie, anoche tomaste mucho... —dice evitando mi mirada.

Siento una punzada de ansiedad al ver su reacción. No puedo dejar de pensar que dije o hice algo más que no recuerdo.

De repente Spreen abre la puerta y se nos queda mirando un poco extrañado.

—¿Sabes tocar la puerta? —pregunta Carre con una sonrisa sarcástica.

Spreen levanta las manos en señal de paz.

—Perdón, no me esperaba que estuvieran besándose.

—¡¿Qué?! —exclamo.

Carre hace una mueca intentando evitar una sonrisa.

—Estamos hablando de cosas serias, Spreen —dice Carre ladeando una sonrisa.

Spreen rueda los ojos y entra en la habitación de todos modos.

—Bueno, bueno, solo quería informar que hoy vendrá mucha gente a la casa —dice Spreen.

Mi rostro se llena de ilusión por un momento.

Destino azul // Carre y AngieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora