"Los lazos del destino sucumben ante él "
Li Shang es un joven empresario heredero de una de las más grandes y exitosas compañías de Corea, la sangre de Alfa corre por sus venas sin embargo nunca ha podido estar con nadie, sufre de impotencia sexual...
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Los gemidos salían de sus labios uno tras otro al ritmo de mis estocadas. Podía sentir como mi miembro entraba cada vez más en su interior cálido, sus feromonas empezaban a llenar el ambiente y tomaba aquel estímulo para aumentar la presión de mis embestidas.
—¡Sr Chang!—su respiracion era entrecortada. Su rostro se encontraba rojo y parecía que no podía respirar—. ¡No! Es demasiado fuerte.
—Si es lo que te gusta...—me había acostado encima de el sin dejar de entrar en su interior, sabía cuánto le encantaba aquella posición—. Tú mismo me suplicaste lo hiciera.
La cama no paraba de resonar debido a mis movimientos, nuestros cuerpos se encontraban sudorosos y ya casi podía sentir como alcanzaba mi climax.
—Dime quien soy—exigí tomándolo por el cabello llevándolo hacia atrás para poder hablarle al oído.
Nuestros ojos se habían encontrado en el gran espejo colgado en la pared de la habitación, dos estocadas más y sentía como mi miembro se hinchaba alrededor de sus paredes. Aquel rubio de ojos verdes tenía una mirada cautivadora, podía ver cómo sus feromonas nos rodeaban. Fresas y cherry, así era su olor. Aquel que parecía un hilo rojo envolvente pasando por nuestros cuerpos. Me estaba dejando llevar por las emociones y sensaciones, disfrutando el momento.
Nuestros orgasmos habían llegado al mismo tiempo, su interior se había apretado con la intención de sacar cada gota de mi semilla y guardarla para sí mismo. Entre espasmos y jadeos de placer había recordado el cómo habíamos llegado a ese punto.
—Mi Alfa—su voz salió opaca en un fino susurro—. Eres mi Alfa, Shang.
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