Un Último Instante (Englot)

Capitulo 39

Engfa entra en su casa lentamente, con una expresión melancólica en el rostro. Sus ojos se posan en las flores que, con tanto amor, le había regalado a Charlotte. Se detiene un momento, recordando los momentos compartidos y la profunda conexión entre ambas. La fragancia de las flores evoca en ella una mezcla de nostalgia y anhelo, y aunque su mente está llena de recuerdos, su corazón pesa por el trago de alcohol que había tomado, buscando un alivio temporal a su tristeza.

~ ¿Estarás con él?....Soy una idiota.

Ella cubre su rostro con sus manos y suspira.

~ Dios, me quiero morir...Tengo tantas emociones confundidas...Qué me pasa.

Se sentía avergonzada por lo ocurrido esa noche. Había salido con Choompu a tomar unos tragos en un local, y ella no dejaba de coquetearle. Sin embargo, no pudo evitar hablar de Charlotte. Al sentir las intenciones de Choompu, decidió llamar a Meena para que la recogiera. Su mente no hacía más que divagar en pensamientos sobre Charlotte. La idea de verla con Sea la consumía de rabia y celos, y sobre todo de impotencia. Esa mezcla de impotencia y dolor que sentía al amarla tanto y ser rechazada la atormentaba.

Engfa sube hacia su cuarto y cierra la puerta. Ella se iba a dejar caer sobre la cama, pero nota la presencia de alguien.

Engfa: ¿Charlotte?

Ella no dice nada, solo la mira con los ojos llorosos.

Engfa: ¿Que tienes?... ¿Por qué lloras?

La imagen de ver a la mujer que ama llorando, le parte el corazón. Engfa se acerca.

Engfa: Por favor dime qué te pasa.

De repente, Charlotte la abrazó, aferrándose a ella con todas sus fuerzas mientras las lágrimas caían por su rostro. Lloraba con una intensidad que hacía temblar todo su ser, sumida en una tormenta de emociones tan abrumadora que ni siquiera se dio cuenta del leve olor a alcohol que emanaba de Engfa.

Engfa: Charlotte.... ¿Qué te hicieron mi amor?

Al escuchar esas últimas palabras Charlotte la abraza aún más fuerte.

Charlotte: Engfa....No me sueltes....No me dejes.

Engfa: Jamás....Solo dime que te sucede.

Charlotte: Ya no quiero sufrir más....No quiero tener miedo.

Ella temblaba entre sus brazos.

Charlotte: Engfa....Te amo.

Engfa detuvo la respiración, atrapada en un torbellino de emociones que la invadían por completo. De repente, la neblina de su estado atontado por el alcohol se disipó al escuchar esas palabras.

Charlotte: Te amo Engfa....Te amo....Ya no puedo más.

Engfa la abraza con todas sus fuerzas.

Engfa: Preciosa mía.- se aparta unos centímetros de Charlotte para poder mirar sus ojos.-Mi amor....No llores....Por favor ya no llores.-Le seca las lágrimas y la besa.

Engfa seca las lágrimas de Charlotte y la guía suavemente hacia la cama. Con amor, besa su cuello y le quita la blusa, mientras sus labios y caricias las llevan a un estado de vulnerabilidad. Poco a poco, ambas quedan desnudas, sus cuerpos cálidos rozándose y generando una sensación de fuego que arde intensamente en su interior.

Engfa la mira a los ojos, y con ternura y pasión, une sus labios a los de Charlotte. Con delicadeza y amor,  hunde sus dedos ella, creando una conexión profunda. Al sentir cómo Engfa llena su interior y su alma, Charlotte no puede evitar gemir. De sus labios surge repetidamente la palabra "Te amo", como si su eco pudiera capturar la esencia de lo que sienten.

Sin embargo, esas palabras no son suficientes. No pueden encapsular la intensidad de su amor, un sentimiento tan vasto que parece vibrar en su propia sangre, un amor que ha estado presente en sus corazones desde la niñez. Sus almas, al igual que sus cuerpos, se entrelazan en una simbiosis perfecta, expresada en cada mirada, en cada caricia.

Por fin, comprenden la verdad que siempre ha estado latente: a pesar de las peleas y la distancia que las separó durante años, su amor es innegable. Está claro que han nacido la una para la otra, un destino entrelazado que trasciende cualquier obstáculo.

Te conocí en la oscuridad, tú me encendiste

Me hiciste sentir como si yo fuera suficiente

En ese momento, yo sabía que te amaba, pero tú nunca lo supiste

Porque yo actué con calma cuando tenía miedo de dejarme llevar

Sabía que te necesitaba, pero nunca lo demostré

Pero quiero quedarme contigo hasta que estemos canosas y viejas

Solo di que no me dejarás ir...