Puños en Alto [Traduciendo]

El pasado me hizo quien soy

"¡Vamos Midoriya, una última ronda antes de los finales!"

"¡Si pudieras dejar de tirarme al suelo y obligarme a desayunar arena, estaría más entusiasmado!"

Era su segunda y última semana antes de los finales. De hecho, era el último día antes de los finales. Una agradable y cálida mañana de domingo para empezar el día con un último empujón antes de los exámenes que decidirían si iban o no al campamento de entrenamiento de verano. A lo largo de sus lecciones, Izuku mostró un gran progreso en todo lo que Itsuka le enseñaba, pero estaba lejos de ser un maestro. Lo que no le había contado a su amigo de pelo naranja es que en sus días libres y algunos de los días que entrenaban combate, también entrenaba con pesas, por lo que el ocho por ciento no era su rendimiento máximo.

Sin embargo, no había probado qué potencia de salida podía tolerar ahora, pero sería el as bajo la manga. En un momento dado, comenzaron a usar quirks y Kendo demostró cuánto podían resistir sus manos los ataques y lo fuerte que golpeaban, y se aseguró de que Izuku lo supiera.

"¡Vamos! Solo fue una vez hoy. Hagámoslo y luego nos relajaremos un poco como recompensa".

"Eso es algo que puedo esperar con ansias". Y sin previo aviso, activó One For All al ocho por ciento y se abalanzó hacia adelante mientras Kendo lo esperaba con sus manos a un tamaño normal. Normalmente era él quien iniciaba los ataques, considerando su velocidad, pero eso también lo llevó a tumbarse en la arena innumerables veces. Itsuka normalmente podía predecir sus movimientos al principio, pero a través de sus lecciones aprendió a volverse más espontáneo para tomar a su enemigo desprevenido.

Él comenzó con su habitual jab de derecha y ella simplemente abrió la palma, la agrandó y recibió su golpe, lista para contrarrestar sus movimientos. Lo que ella no esperaba era que él se alejara de la distancia de golpe para que ella fallara su gancho en lugar de esquivarlo a corta distancia. El partido se había reiniciado de esa manera, pero ella notó que su relámpago se volvió un poco más violento de lo normal, haciendo que la arena se alejara un poco de él.

'¡Se está convirtiendo en un Saiyajin! ¡Eso no es justo!'

"Está bien, el once por ciento parece ser la cantidad adecuada por ahora. No quiero forzarlo".

Él la atacó una vez más con una velocidad recién descubierta mientras ella miraba con los ojos muy abiertos la imagen borrosa una vez más. Le había costado mucho entrenamiento poder verlo correctamente con su máscara completa, y ahora parecía que tenía que hacerlo todo de nuevo. La golpeó de lleno en el estómago, con cuidado de no lastimarla y luego intentó barrerla con las piernas, algo que también había estado practicando solo. Ella cayó de trasero al suelo, pero pronto quedó inmovilizada con sus muñecas agarradas con cuidado para evitar que escapara con su don. Después de luchar por un tiempo, se rindió y finalmente lo miró. Jadeaba y el sudor goteaba por el costado de su rostro, los relámpagos aún atravesaban su cuerpo, asegurándose de que finalmente había ganado por primera vez.

Pronto, él se calmó, sus músculos rogaban por un descanso y sus ojos finalmente se encontraron con los de ella. Tenía que admitir que, incluso si no quería, la había mirado bastante, encontrándola extremadamente hermosa, pero siempre a distancia. Ahora que estaba cerca y en persona, vio lo hermosa que era y no pudo evitarlo. Era bueno que ella también estuviera mirando su rostro. Sus pecas con patrones de diamantes, la pequeña cantidad de grasa de bebé que le quedaba en las mejillas y los grandes orbes esmeralda que ella llamaba ojos habían captado bastante su atención. Ella lo había visto playeras una vez cuando había llegado temprano para su entrenamiento y decidió ir a nadar un poco. En general, su físico era asombroso y su lindo rostro solo lo ayudaba aún más. Sin embargo, tarde o temprano, tendría que darse cuenta de la posición sugerente en la que estaban y continuar con su día.