Detrás de la cámara - Fede Vigevani

012

Valeria se despertó radiante de felicidad. La noche anterior había sido increíble, y no podía dejar de pensar en el beso con Leo. Mientras se estiraba en la cama, una sonrisa se dibujó en su rostro. No podía recordar la última vez que se había sentido tan emocionada por alguien. Leo era todo lo que había estado buscando: cariñoso, divertido, y la hacía sentir especial. Sin embargo, en el fondo de su mente, había una pequeña voz que le decía que las cosas podían complicarse. Decidió no darle demasiada importancia por el momento y enfocarse en disfrutar del presente.

Se vistió rápidamente y salió hacia su estudio de trabajo, ansiosa por contarle a Marcos lo que había sucedido. Al llegar, se encontró con Marcos, quien la recibió con una sonrisa curiosa.

— ¡Cuéntame qué pasó ayer! No me has contado nada todavía — dijo Marcos con curiosidad

Valeria, con una emoción palpable en su voz, comenzó a relatar la noche — ¡Ay, fue increíble! Fuimos a cenar otra vez y luego fuimos a un antro que estaba cerca. Me presentó a sus amigos y, ¿sabes qué? ¡Estaba Fede!

Marcos abrió los ojos con sorpresa — No es cierto

— ¡Sí, sí es cierto! — Valeria asintió, riendo — Tambien me presentó a sus otros amigos y también hablé con Fede. De hecho, me cuesta admitirlo, pero ya me estoy llevando bien con él. Me cae bien

Marcos sonrió, complacido — Bueno, eso es un gran progreso. Tal vez más adelante se hagan amigotes

— Sí, sí, podría ser. Bueno, después de eso, Leo me llevó a mi casa y adivina qué

— ¿Qué? — preguntó Marcos, intrigado

— Nos besamos — confesó Valeria, con una sonrisa radiante

Marcos se quedó asombrado — ¡No mames! ¿Es neta?

— ¡Sí, fue increíble! y creo que esto va en serio

— ¡Omg, estoy súper contento por ti! Muchas felicidades. A ver cuándo me presentas a ese famoso Leo, ¿eh? — dijo Marcos, guiñándole un ojo

— Claro, algún día —brespondió Valeria, riendo

Marcos la miró con una sonrisa pícara — Oye, y entre nosotros, ¿cómo estuvo el beso? ¿Te movió el piso?

Valeria se sonrojó ligeramente, pero no pudo evitar reír — Fue... wow, increíble. Como en las películas, ¿sabes?

— Vaya, vaya. Ya quiero ver a dónde lleva todo esto. Te lo mereces, Val

Valeria pasó los siguientes días enfocada en su trabajo, pero su mente constantemente volvía al beso con Leo y la siguiente colaboración con Fede. Leo la invitaba de vez en cuando a desayunar, almorzar o cenar, y poco a poco se iban acercando más. Cada encuentro fortalecía su relación, y Valeria se sentía cada vez más segura de sus sentimientos.

Llegó el martes, el día en el que Valeria tenía una colaboración de cocina con Fede. Se levantó temprano, se arregló y se metió a bañar. Antes de ir al apartamento de Fede, se detuvo en su estudio, donde se encontró nuevamente con Marcos.

— Solo vengo porque se me olvidaron unas cosas aquí ayer — dijo Valeria, recogiendo rápidamente sus pertenencias

— ¿A dónde vas tan apurada? — preguntó Marcos

— ¿No te acuerdas? Hoy es la colaboración con Fede — respondió Valeria

— ¡Claro, sí es cierto! Bueno, aquí están tus cosas. — Marcos le entregó lo que había olvidado

Valeria sonrió, tomó sus cosas y se despidió. Después de desayunar rápidamente, se dirigió al apartamento de Fede. Al llegar, Fede la recibió con un beso en la mejilla y una cálida sonrisa.