—Alisson, me dijo tu papá que habías entrado para ser maestra ¿Cómo te ha ido?— preguntó mi padrino mientras se llevaba una cucharada a la boca.Realmente era la primera persona que me preguntaba cómo me estaba llenado en la carrera. Ni siquiera mi novio.
—¡Muy bien! La verdad que me siento muy cómoda y estamos a punto de iniciar las prácticas, estoy muy emocionada la verdad— comenté con una gran sonrisa en mi rostro.
—Y que se supone que haces en tus "prácticas"— preguntó Ovidio mirándome con una sonrisa ladina.
Conocía a la perfección esa sonrisa, le llamo "sonrisa cagapalo" siempre aparece cuando está apunto de lanzar un comentario pasivo agresivo o directamente agresivo contra mi persona, siempre para burlarse de cualquier cosa por más pequeña que sea.
—Ovidio, me encanta que te intereses en mi vida, es muy dulce de tu parte—contesté con claro sarcasmo en mis palabras, imitando su sonrisa.
La conversación inicial con mi padrino era una plática entre él y yo, los demás estaban metidos en sus conversaciones con las persona a su lado. En mi caso mi padrino y Alfredo. Por esa razón me ardió que él estuviera siempre atento para hacerme sentir mal.
—Alisson, ¿Entonces me vas a contar cómo vas a limpiar vómito de niños y a limpiarles el culo en tus tan emocionantes prácticas?— aún con su sonrisa y con un tono sarcásticamente emocionado contestó.
—¡Ovidio! ¡Déjate de pendejadas ya!— levantó la voz mi padrino mirándolo fijamente.—Ya deja de molestar a Alisson—Ordeno.
Todos voltearon.
—Al menos no estoy valiendo madre en mi casa todos los días como tú— me defendí subiendo la voz e ignorando lo antes dicho por mi padrino.
—No compares cuidar a plebitos con lo que hago yo, deja de ser envidiosa Alisson— contestó aún con esa pinche sonrisa falsa.
—¿Que voy a envidiar? ¿Tu gran inteligencia? O prefieres que envidie tus muchos títulos universitarios— contesté siguiendo el juego estúpido que llevábamos y con calar su superioridad.
Ovidio se quedó completamente en silencio.
Nunca me arrepentí de haber dicho algo, menos de algo que le dijiera a Ovidio. Pero esta vez no pude evitar sentirme quizás un poco mal o tal vez muy mal.
Ahora todos estaban escuchando, atentos a nuestra pelea de niños.
—Oigan ya cálmense, ya después pueden pelear cuando estén solos, ahorita estamos comiendo, por favor— habló Iván de él otro lado de la mesa con un tono maduro y respetuoso.
—La que debería de callarse de una buena vez es Alisson, que de un tiempo para acá se siente bien acá por estudiar una estúpida carrera— se defendió ahora más enfadado y sin su característica sonrisa.
Aunque evidentemente me sentí mal por mi comentario antes dicho y que me ardí por su último comentario, de ninguna manera iba a dejar que me pisoteara enfrente de todos.
—Ovidio, tú fuiste el que empezó, no es mi culpa que te lleves y no te aguantes— contesté y volví a él mismo juego de sonrisas y miradas pasivo agresivas.—Ya di que te ardiste machin— termine la oración riéndome.
—Yo solo dije la verdad, para mí tú fuiste la que te ardiste— contestó.
—¡A ver! Ya cálmense un rato, parece que se va a volveré a agarrar con esa rama de limón— comentó Alicia intentado apasiguar el momento que habíamos creado Ovidio y yo.
—¡Ella fue la que me golpeó! eso confirma que ella es la que se lleva y no se aguanta— alzó la voz apuntándome con su dedo.
No fue así, yo le pegué porque llevaba todo el bendito día molestándome y haciendo burlas. No comprendo en qué momento él y yo nos estábamos "llevando".
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¡Tal vez sí o tal vez no! |Ovidio Guzmán| En proceso.
FanfictionEl orgullo y la arrogancia eran actitudes que definitivamente Alisson no soportaba para nada y más si venían de alguien como Ovidio. -Admítelo Alisson, estás enamorada de mi en secreto y te encanta que te moleste- comentó alzando la voz asegurándose...