Capitulo 7

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Terminé de peinar mi cabello en una trenza y comence a colocarme el vestido negro corto combinado con unas sandalias negras con un liso diseño de pedrería.

Había estado pensando en que le daría a Alicia como regalo de bodas, ya lo tenía todo y si no era así entonces Iván se lo regalaba, la tenía bastante difícil.

—¿En dónde dejaste mi secadora para el cabello?— preguntó Alondra asomándose por la puerta de mi cuarto.

—Hasta que te dignas a hablar—hablé con diversión mientras colocaba polvo translúcido para finalizar mi maquillaje.

Alondra se había escondido en su cuarto toda la semana, con suerte le hablaba a Mamá Julia.

—Y a ti qué te importa. Tengo días buscando la secadora y resulta que se desapareció de la nada—reclamo algo enojada.

—No es mi culpa que pierdas las cosas Alondra, me deberías dejar de echar la culpa a todos—me defendí seria pero no enojada.

Alondra perdía todo y yo siempre tenía la culpa aunque al final las cosas aparecían en su cuarto por arte de magia.

Había estado un poco nerviosa por el examen importante que había tenido esta semana, además se había mostrado muy preocupada por Ovidio los primero días de lo sucedido, le preguntaba todos los días a Mamá Julia como se encontraba Ovidio.

Yo por el contrario había tenido toda la semana libre y había tenido el tiempo suficiente para planear por completo la pedida.

—Wey te lo estoy diciendo en buena onda Alisson, con razón Ovidio se la pasa hablando mierda de ti— se defendió y comenzó a abrir mis cajones buscando.

¿Que tenía que ver?

—Me vale madres lo que diga o no diga de mí, me cae súper gordo—me defendí.

—No seas así Alisson, te ha pedido perdón y ni siquiera así lo dejas de odiar—. Contestó.

Mentira, en ninguna ocasión Ovidio me pidió perdón y no estuvo ni cerca de hacerlo.

—Mentiras—. Hablé.

—El siempre me dice que se disculpa contigo pero simple lo mandas a la chingada— explicó sin mirarme y buscando en mi clóset el objeto perdido.

Deje de mirarme al espejo y la voltee a ver con una mirada de desagrado.

En mi vida eso había pasado, estaba completamente segura.

—Pues te dijo mentiras porque eso nunca ha pasado— respondí enojada.—Pero me vale madres, no ocupo sus disculpas porque eso significa que yo también se las tendría que dar— me defendí y tomé mi teléfono.

Salí del cuarto y me dirigí a las escaleras, no tenía caso seguir peleando con Alondra era súper obvio que ella defendería a capa y espada a Ovidio.

Me detuve en seco cuando escuché esa voz.

Esa voz que me atormentaba hasta en mis últimos sueños.

—Julia, bueno verla, mi apa me dijo que le diera esto— Ovidio hablaba, no lo podía ver pero era obvio que hablaba con Mamá Julia y que le estaba dando algo.

Por un segundo llegué a pensar que no se iba a presentar por miedo a salir muy pronto o por su recuperación, ya veo que me equivoqué.

Seguí bajando las escaleras descubriendo que no solo estaba él sino también mi papá, Alfredo, Iván y Alicia. Supongo que habían llegado juntos porque venían del mismo lugar.

No me habían visto aún por lo silenciosa que era, así que me tome el tiempo de analizar a todos.

Iván tenía una cara increíble de ver, se notaba que estaba completamente nervioso, Alicia por otro lado estaba relajada y junto a ella estaba mi padre, el cual no había visto en una semana entera. Alfredo solo estaba en su teléfono. Ovidio por otro lado se veía como siempre, como si nada hubiera sucedido.

¡Tal vez sí o tal vez no! |Ovidio Guzmán| En proceso.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora