Mi mano ardía demasiado, no sabía qué hacer en esos caso así que decidí recurrir a la única persona que tenía al menos un mínimo conocimiento en salud y la única que me podía ayudar o curar, Alondra.Aunque muy probablemente cuestionaría el por qué de mi situación y al saber la razón me iba a culpar por completo. No iba a responder ese tipo de preguntas, primero por la razón anterior y en segunda porque iba a comenzar a tirarle mierda por la estúpida acción de Ovidio.
Subí la escaleras y me dirigí hasta la puerta de Alondra, di pequeños toques avisando sobre mi llegada y sin esperar respuesta me adentré. La divisé a los segundos, estaba frente a su gran espejo dándose las últimas pasadas de la plancha en su cabello.
—Ocupo que me ayudes, me queme por accidente en el asador— informe indicando en qué parte de mi cuerpo había sido la quemadura.
Dejo la plancha en el tocador y se acerco con un reflejo de preocupación en sus ojos. Aunque no me encontraba llorando, era probable que en segundos comenzara a hacerlo, no solo por el dolor de la quemadura si no también por el enojo que había en mi.
—¿Como paso? ¿Mi apa' no estaba ahí?— comenzó con el ataque de preguntas que no estaba dispuesta a responder con la verdad.
No iba a crear más conflicto de lo que ya había, simplemente ignoraría la situación después de solucionar el problema. Así que después de que Alondra me ayudara saldría al patio como si nadas hubiese sucedido y actuaría como si lo mejor de mi vida estuviese pasado.
—No importa Alondra, mi papá no se dio cuenta, no quise que se preocupara—. Evité dar más detalles y esperé a que me diera una indicación.
Ella no dijo nada más y simplemente comenzó a darme ciertos pasos a seguir. Al final solo fue algo leve y me puso una gasa esterilizada, de las mismas que había ocupado con aquel tipo.
Fue más rápido de lo que creí y en poco tiempo me tendría que volver a enfrentar a las preguntas de papá y mi padrino, por suerte nadie más había presenciado ese suceso,
No olvidaba a Iván, pero lo más probable era que mientras sucedía la escena del crimen él se estuviera imaginando una luna de miel en Canadá junto a Alicia, así que no me preocupaba en lo absoluto sus dudas inexistentes.
Baje las escaleras junto a una relajada Alondra, era la primera vez en toda la semana que se notaba un poco feliz. Y de seguro iba a estar más feliz cuando estuviese dentro del plan que yo y Alicia habíamos creado para unirla a Alfredo. A quien de hecho no había vuelto a ver después de la pelea con Ovidio.
Llegamos hasta el final de nuestro camino y salimos al jardín, todos estaba ahí, habían pasado al menos media hora después de lo sucedido, nada raro parece haber pasado; mi papá junto a mi padrino asaban la carne y mamá Julia estaba cortando la carne ya asada.
Del otro lado estaba Alicia e Iván sentados junto a Alfredo y Ovidio, todos estaban sentados en la única mesa grande donde se supone comeríamos a la tarde. Estos últimos mencionados solo estaban en su teléfono haciendo cualquier tontada típica de ellos.
Alondra apresuró el paso y fue a saludar a mi padrino, Iván y por último fue con Alfredo. Yo que estaba en primera fila no podía creer lo que mis hermosos ojos estában presenciando.
Alondra con pasos tímidos se acercó por detrás de Alfredo y tapó sus ojos con sus manos. No podía escuchar lo que decían pero era más que obvio, después de unos segundos Alondra soltó su agarre y comenzó a reír para después depositar un beso bastante tímido en la mejilla de Alfredo. Compartieron una conversación bastante corta y después Alondra se fue a saludar a Ovidio.
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¡Tal vez sí o tal vez no! |Ovidio Guzmán| En proceso.
FanfictionEl orgullo y la arrogancia eran actitudes que definitivamente Alisson no soportaba para nada y más si venían de alguien como Ovidio. -Admítelo Alisson, estás enamorada de mi en secreto y te encanta que te moleste- comentó alzando la voz asegurándose...