Parte 9

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Jade se había dedicado a entrenar toda la tarde sin parar, tratando de compensar su inasistencia en la jornada de la mañana, cargando sin protestar el sentimiento de culpa por haber fallado a sus obligaciones.
Recibió en silencio y resignada su merecida reprimenda de parte de su entrenador, quien estaba bastante molesto de que su pupila hubiese faltado sin siquiera darle una explicación decente.
Eunu sospechaba la razón por la que Jade no había llegado a entrenar, a pesar de que ella no le dijo nada al respecto. Él nunca cuestionó las andanzas de Jade en busca de sexo ocasional, siempre y cuando no interfirieran con su entrenamiento ni con su rendimiento deportivo, en ese punto él era inflexible y no le perdonaba bajo ninguna circunstancia que no se presentara a entrenar, ni siquiera le importaba que no hubiese dormido nada la noche anterior.

Se había hecho tarde y prácticamente el resto de las deportistas ya habían terminado sus rutinas de ejercicio, pero enteradas del gran evento organizado por la MFC en el cual como cierre de la jornada pelearía Joo Jaekyung, varias chicas decidieron quedarse para ver la transmisión del último combate por televisión.

Jade se mostraba indiferente al evento, aún estaba muy molesta por lo ocurrido en la mañana cuando Jaekyung la abordó en el estacionamiento cuando se estaba llendo. La dejó en tal estado de confusión despues de ese beso sin sentido, que se negaba a sí misma seguir pensando en él. Intentaba con todas sus fuerzas no hacerlo, pero por más que luchaba contra sus pensamientos, no lograba sacarlo de su cabeza.

Siguió entrenando casi con una ira desmedida, desquitandose con el pobre saco de boxeo, golpeándolo una y otra vez sin descanso, tal vez pensando que era lo que le hubiera gustado hacerle a Jaekyung, darle unos muy merecidos puñetazos por ser un imbécil con todas sus letras . Era tanta la furia con que golpeaba, que  hasta las otras deportistas que se habían instalando frente al televisor, disimuladamente le hechaban miradas curiosas, preguntándose que diablos le pasaba ahora a la Diosa.
En el preciso momento en que Jade escuchó el nombre del Emperador siendo anunciado por el animador a través de los parlantes del televisor, no pudo seguir ignorando el hecho que deseaba verlo con urgencia, aunque fuera a través de la pantalla, se odiaba a si misma por no tener ningun control de lo que estaba sintiendo.

Vió como la imagen de Jaekyung que proyectaba en el televisor, lo mostraba en un primer plano y sintió inmediatamente sus piernas flaquear al recordar como sus propios labios y manos habían recorrido ansiosa y furiosa cada centímetro de ese hermoso cuerpo hacía menos de veinticuatro horas atrás, aún podía sentir su aroma impregnado en sus fosas nasales.

- ¿Jade verás la última pelea o seguirás entrenado?- le dijo amable una de las deportistas.

- Creo que la veré con ustedes, necesito parar un rato, supongo que no me hará daño descansar un poco.

Jade se sentó en una esquina cerca del grupo que decidió quedarse para no perderse el espectáculo, tratando de mantenerse tranquila y ocultar en lo posible ese estado de agitacion en que se sumía cuando veía a Jaekyung y no podía tenerlo.

Se escuchó la campana que dió inició al combate y quedó más que claro por que Joo Jaekyung era considerado el hombre más fuerte del mundo, con cada golpe, con cada ataque contra el oponente de turno, daba muestra inequívoca de que su talento en las artes marciales mixtas era fuera de serie y eso le había permitido alcanzar el éxito en forma meteórica y terminar posicionándose como el mejor de todos los tiempos.

Jade no podía dejar de admirarlo, independiente de lo frustrada que se sentía con él en ese momento. Era imposible negar que era realmente el mejor, su fuerza y su técnica estaba muy por sobre cualquiera de los demás competidores que solo podían soñar con la posibilidad de derrotarlo.
Eso la hacía sentirse aún más cautivada por él, no solo era una atracción física la que la invadía, sino pura y clara fascinación por quien era Joo Jaekyung y lo que él representaba y ella estaba en posición de tenerlo todo si quisiera.
Si tan solo pudiera lograr entenderlo a cabalidad y no sentir ganas de estragunlarlo en el camino, metafóricamente hablando.

Jade "La Diosa"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora