𝗔 𝗟𝗜𝗧𝗧𝗟𝗘 𝗗𝗘𝗔𝗧𝗛 | Joseph Descamps

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DESPUÉS DE OBTENER el permiso del profesor, salimos del aula y comenzamos a caminar por el pasillo. Caminar junto a Joseph por el pasillo era siempre una mezcla de incomodidad y expectación. Sentía sus miradas furtivas, como si intentara descifrar cada uno de mis pensamientos. El silencio entre nosotros era palpable, pero Joseph no tardó en romperlo.

—¿Así que tienes un novio de un grado superior? —preguntó, con un tono que oscilaba entre la curiosidad y algo más que no podía identificar del todo.

—No es mi novio... aún—respondí rápidamente, aunque sabía que él no se quedaría satisfecho con esa respuesta.

Me miró un tanto extrañado.

—Vaya, me sorprende que te guste alguien mayor —continuó, sin ocultar su sorpresa—. Nunca te había visto interesada en nadie.

No podía evitar notar el leve tono de celos en su voz, pero decidí no darle importancia.

Sabía que no había mostrado interés por ningún chico, y que era “inesperado" aceptarle una salida a alguien que conocí hace relativamente poco, pero aún así sentía algo por Patrick. Algo que nunca sentí, siento y sentiré por Joseph.

—No es tan mayor. Tiene un año o dos.—dije, restándole importancia al asunto mientras sentía cómo el calor subía a mis mejillas. No quería entrar en detalles, pero su mirada insistente me obligaba a seguir—. Nos entendemos.

Suelta un suspiro con gracia—Ni siquiera sabes su edad.

—Eso es lo de menos, Joseph.—dije, intentando mantener la calma mientras nos acercábamos al aula de Patrick

Joseph solo me dió una mirada rápida sin mostrar mucho.

Al llegar, Patrick estaba en medio de una clase. Toqué suavemente la puerta y él se giró para vernos. Al verme, su expresión se suavizó y salió al pasillo, saludándome con un beso en la mejilla. A Joseph, en cambio, solo le dedicó una rápida mirada y levantó la mano en señal de saludo.

Le sonreí.

—¿Qué ocurre, Céline? —preguntó, claramente confundido por la interrupción.

Mirándolo no podía creer que estaba apunto de cancelar algo que esperé con muchas ansias.

Decidí ir directo al grano.

—Patrick, sobre nuestra salida de hoy... —comencé, tratando de encontrar las palabras adecuadas—. Necesitamos posponerla—dije, sintiéndome algo incómoda por tener que abordar el tema delante de Joseph.

—¿Posponerla? —repitió, sorprendido—. Pero tú eras la que más quería salir. ¿Por qué ahora quieres posponerla?

Antes de que pudiera responder, Joseph se adelantó.

—Es para un trabajo, Patrick. No andes alegando tanto —dijo, acercándose a mí de una manera casi posesiva.

Patrick frunció el ceño, claramente irritado por la intervención de Joseph.

Lo miró con una mezcla de irritación y sospecha, pero al final se centró en mí—¿Trabajo? ¿Qué trabajo? —preguntó, su voz teñida de desconfianza.

Miro a Joseph y luego a mí.

—Tenemos una exposición en parejas y, al parecer, podemos solo avanzar hoy —expliqué, intentando calmar la situación.

—Pero podrías haberme avisado antes —dijo Patrick, sin apartar la mirada de Joseph—. No entiendo por qué no podemos hacer ambas cosas.

Yo quería hacer solo una.