Welcome to darkness: La oscuridad es violenta.

Capitulo 1 'Deseos Suicidas'

Lo veía fijamente ,sin que él se diera cuenta. Al parecer no se daba cuenta de nada, ni de su propio aspecto.Era un chico de cabello rubio, vestía como el típico chico suicida, botas negras, una camisa blanca con manchas rojas, y una chaqueta de cuero negro, tan larga que llegaba a sus pies. Tenia ojeras, y los párpados no dejaban de moverse, arriba, abajo, arriba, abajo. Parecía nervioso.
Según la gente que oí hablar en la mesa izquierda superior de la cafetería, él lucía así por que tiene antecedentes suicidas. Desde niño sus deseos suicidas eran incomprensibles, y se cortaba demasiado. Un día, llegó a cortarse verticalmente y por poco muere. Ahí, bajo su chaqueta cubre su cicatriz; o sus cicatrices.
Guau. Finjo que espero a alguien, no le quitaré un ojo de encima.
Me senté sola, en la ultima mesa que encontré. Alrededor de mi, había adolescentes que habían perdido su virginidad. Y después estaba yo. Mis padres se han mudado unas... 10 veces, por el trabajo de mi padre. Y cada año es lo mismo, una escuela diferente, con personas que no conozco y yo, pues, no me se relacionar con la gente.mPocas veces sucede que me encariño con alguien, y cuando me cambio, sufro. Demasiado. Así es mi vida, siempre llena de gente nueva.
Empiezo mi primer año de preparatoria, que alegría.
Mis pensamientos se interrumpen, cuando veo a unas chicas pasar a mi lado. Se burlan. No sé de que, la verdad, y mi aspecto es... Natural.
Echo una ojeada rápido a mi atuendo. Jeans, con una blusa morada y una chaqueta marrón. Y después, veo el problema. Mi moño. Es decir, es la preparatoria, ya nadie lleva moño, es ridículo. Ni siquiera lo había pensado.
Me llevo las manos a la cabeza, y agarro rápido el moño, siendo lo más discreta posible. No quiero que piensen que me afecta lo que digan.
La campana toca, para salir. Al fin, salir de este infierno.
Verdadero: No hice ningún amigo hoy.
La historia que contaré a mamá: Hice tantos amigos, que no sabría contarlos, y con tantos me junte, que la posibilidad de que me pegaran el herpes, es de un 90%.
Caminaba hacia la salida, pensando como tomará mi madre lo que le diré... por el rabillo del ojo, pude ver a un chico jugando con sus amigos, brincando y haciendo Parkour. Iba con mi mochila sobre mi omoplatos, y mis cuadernos sobre mis brazos. Estaba tan concentrada en lo que le diría mi mamá, que no tuve el tiempo de hacerme a un lado, por que me pisó el pie.
Gemí, ahogué un grito.
-Perdón, ¿estás bien? -Me pregunta el chico, con inquietud.
No respondí, me dedique a mirarlo. Sus ojos azules, con su cabello color negro, con copete, y piel blanca. Era... Un chico estúpido. O eso aparentaba.
-¿Estás bien?-Repite.
-Si,si, perdona. -Le respondo, alejando mis pensamientos.
-No, perdona yo... ¿Cómo te llamas? -En lo único que pensaba, era en sus ojos azules...
-Victoria. Victoria Patterson. - Le respondo, intimidada, sus amigos seguían riendo.
Lo esquivé y me marché.
Cuando de repente, llama mi nombre y me vuelvo.
-Brian. Brian Blackwell. - Me grita.
Me sonríe, y yo le devuelvo la sonrisa.
Tiene una sonrisa hermosa.
No se si pensó que mi sonrisa era una basura, es decir, seguro ha tenido más novias que le han dicho que sus sonrisa es hermosa.
Camino a mi casa, me encontré con el perturbador chico de la mesa. Se veía tan solo caminando, que decidí acercarme a él y hablarle. Apuesto que nadie le habla después de lo sucedido.
Me acerqué con paso firme, hasta que llegué a un lado del chico.
Traía una gorra negra puesta, apenas se veía su cara.
-Hola. -Musité, sin pensarlo dos veces.
-Night time, my time. Night time, my time. - Repetía el chico.
-Eh... ¿Está bien? ¿Hola? - Volví a hablarle.
-El vendrá por ti. Te encontrará... En la noche. La noche es su hora. Su hora en la noche.
Quedé estupefacta. No sabía que decir... Me quería espantar.
-¿Quién? ¿Quién lo hará? - Le pregunté, valiente, sin vacilar un instante.
-El demonio. Él... Te vio.
-Pero... ¿¡Qué?! -Ya no estaba de humor para hablar.
-Charles. Me llamo Charles.- Me dice