Al parecer, me quede paralizada por un momento, pues, escuchaba voces de Andrew que asimilaban a un eco, como si estuviera a miles de kilómetros de este lugar... Y estaba totalmente sola. Ultimamente, ese sentimiento de soledad rondaba por mi cabeza como si ahora fuera parte de esta. Y, claro... Después de lo sucedido en el restaurante, mis amigos me dejaron de hablar. No he tenido una conversación con mi mejor amiga desde hace semanas, y, eso realmente se siente horrible. De repente, los ecos se tornaron en susurros, y los susurros en gritos...
-¡Victoria! ¡Tenemos que irnos! -Me grita, mientras me toma los hombros con sus manos y me agita bruscamente...
Sacudo mi cabeza, y veo a mi alrededor... Hay unas luces de emergencia parpadeando por el corredor, y las luces se han ido. La luz roja es nuestra única fuente por el momento...
-Victoria, tenemos que correr. Vamos, te sacare de este lugar...
Toma de mi mano, haciéndome que me incorpore hacia el mientras corre, pero, me suelto de su mano y paro.
-No, Andrew... Ya no puedo seguir huyendo de todo lo que me aterra. -Le digo, mientras las lagrimas salen de mis ojos, y Andrew empieza a mover sus pies desesperadamente, como si esperara una señal para correr...- Necesito dar la cara. Es ahora, o nunca Andrew. Mierda, han pasado casi dos meses desde que todo esto comenzó... Ya no puede seguir, y, necesito que me ayudes.
-Victoria, no puedo dejarte hacer esto...
-No te estoy pidiendo permiso, Andrew. -Hago una pausa, y suspiro.- Necesito que me digas donde están mis padres.
-Están en el hospital Rushmore, y, tu amigo esta en estado critico en el mismo hospital...
-¿Mi amigo? -Le pregunto, pues sinceramente no recuerdo mucho de lo que paso esa tarde...
-Si, Victoria... El hijo de la señora Vidente, la que vive a un lado de de tu casa. Un adolescente de ojos azules, alto, con cabellera castaña le disparo.
-Brian. ¿Que hay con el? - Pregunto, desesperadamente.
-El le disparo, Victoria.
Mierda. Mi mente empieza a pensar todo tipo de cosas al escuchar eso, es decir, ¿Brian? ¿Disparándole al niño que me iba a salvar? ¿Si el estaba ahí, por que no hizo nada...? Realmente, no se que pensar.
-Bien... Ahora, salgamos de aquí. Necesitare que me lleves a una dirección cuando salgamos de...
-¡De acuerdo, Victoria, ahora salgamos!
Andrew toma de mi mano y empezamos a correr, recorrimos el pasillo principal hasta llegar a la puerta. Esta cerrada.
-Mierda. -Musita Andrew.
Las luces intermitentes ciegan mi vista, y, siento que la realidad se hace mas pesada y mis piernas ya no pueden hacerlo bien. Mi respiración empieza a ser entrecortada... No, Victoria, no de nuevo. Siempre eres la cae y despierta y no sabe que paso después. Por tu culpa Patrick esta en el hospital, por tu culpa mis padres pueden estar muertos ahora. No puedes caer de nuevo.
Me suelto de su mano, y tomo la silla que estaba aun lado de la cafetería, en unas mesas, acto seguido, la aviento contra la puerta de cristal y se rompe. Las alarmas empiezan a sonar, y las luces se vuelven aún mas fuertes y cegadoras. Mierda, Victoria, buena idea. Otra gran idea de todas tus grandes y estupidas ideas.
-Vámonos, ahora. -Dice Andrew, gritándome entre los sonidos de las alarmas. Salimos evitando los pedazos de cristal que quedaron en la ventana y en el piso, y tomamos el auto de Andrew. Tiene un olor a rancio y, los asientos están hechos trizas.
-¿Que demonios paso aquí? -Pregunto, tratando de mantener el aire en mis pulmones.
-No eres a la primera paciente que subo al carro. -Me responde, mientras empieza a arrancar el carro.
-No estoy loca. Lo viste, lo viste todo.
-Para serte sincero, es la cosa mas loca que he visto en todos los años que he trabajado en un psiquiatra. Y, créeme, he visto muchas cosas por aquí. ¿Pasas por esto todo los días?
-Si... Lo hago.
-¿Como puedes ver a tanta gente morir y soportar todo eso y seguir aquí?
-No lo sé. La cosa de los corazones, es que, siempre quieren seguir latiendo.
Después de eso, ya no respondió. Supongo que, esta pensando en una razón lógica para mi argumento. Y, yo todavía no la encuentro. No se por que sigo aquí. No tengo idea de que esta pasando con mis padres, ni con nadie afuera de esto. Todo se siente tan irreal... Como si todo fuera un sueño, o, yo no fuera real. ¿Como demonios puedes ver a personas que no existen o que nadie mas ve? ¿Eso que quiere decir? ¿De verdad estamos aquí? ¿Quienes son los reales? ¿Ellos o nosotros?
Agito mi cabeza para alejar todo eso, y vuelvo a hablar.
-Necesito ir a la casa de Brian.
Andrew se vuelve hacía mi, con una cara de que hubiera visto al mismo diablo, y luego hace un gesto afirmativo con su cabeza.Llegamos a la casa, y se estaciona en frente de esta.
-Yo bajo... Tu quédate aquí. No tardo.
Abro la puerta y, con esfuerzo, subo a la banqueta. La casa se ve normal desde fuera, no hay nada peligroso al parecer. Toco la puerta una vez, y espero. Nada. Toco de nuevo. Nada.
-¡Brian! ¡Necesito hablar contigo!- Grito, esperando una respuesta.
De nuevo, nada.
Trato de girar la perilla, esperando que, tal vez esta este abierta.
Mierda. La puerta esta abierta. Empiezo a caminar, lentamente, por la oscura habitación y trato de encontrar el interruptor de luz. No quiero mas oscuridad, no, nada.
Lo encuentro y lo presiono. De verdad, hubiera deseado no presionarlo. Juro por dios, que, Brian O Blackwell, el chico de la sonrisa hermosa y mi primera cita, acaba de matar a mis padres.
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Welcome to darkness: La oscuridad es violenta.
Historical FictionVictoria, no es la típica chica popular, o mas bonita. Su historia, esconde algo oscuro que deberá descubrir, tarde o temprano, y cuando lo haga, será un peligro para ellos.... Los demonios que la acechan. Sabe, que no puede pasar esto sola, y derro...