Cuando tenía cinco años descubrí el secreto de mi padre...
Todas las noches salía corriendo de mi habitación, una luz me despertaba en medio de la noche, los gritos y llantos no me dejaban dormir. Con el paso del tiempo descubrí que yo también e...
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"Capítulo 4"
Narración Miley
...
Otro día mas que no puedo sacar de mi cabeza a Yoongi.
Ese chico se ha metido en mí hasta los huesos. Llevo dos noches seguidas soñando con él, en mi sueño nos encontramos frente a las puertas de un elevador. No logro distinguir el lugar, es amplio y lujoso parecido a la recepción de un hotel. Respiro hondo y le dedico una sonrisa, rápidamente me responde y en ese momento las puertas se abren, ambos entramos en el ascensor. Una vez ahí adentro él oprime el numero de piso al que va y unos segundo después se gira para preguntar que botón oprime.
Me quedo en silencio mirándolo fijamente, enfocándome en su estrecha cintura y su ancha espalda. Al ver que no le e respondido vuelve a preguntar, pero esta vez, eleva el tono de voz causando que de un pequeño salto de la impresión.
Respondo a su pregunta y oprime el numero de piso al que le he indicado. Se acerca a mí y ambos miramos como va cambiando de piso mientras este sube. No puedo evitar seguir mirándolo, él provoca cosas que nadie antes había provocado. Su fina ropa, su elegante y ostentosa gabardina negra que lo hace lucir atractivo, su mediano cabello peinando hacia atrás realza las finas facciones de su rostro, pero también deja al descubierto esa extraña cicatriz que cruza su ojo derecho, la ceja y una parte del pómulo. Y mientras me deleito observándolo me pregunto, ¿Cómo se hizo esa cicatriz?.
Inesperadamente un apagón nos sorprende y quedamos en completa oscuridad, una luz roja proveniente de lo más alto de ascensor nos advierte que nos hemos quedado atrapados y un sonido recurrente al de una alarma comienza a sonar dentro del pequeño espacio. No me asusto, trato de mantener la calma, respiro y observo el reloj, saco mi celular y le envio un mensaje a mi hermano. Sin embargo mientras yo busco la calma veo a Yoongi encorvarse ligeramente con ambas manos sobre el abdomen. Lo tomo de los hombros para evitar que se caiga y a manera de sosegar su inquietud deslizo mi mano por su espalda. Le aconsejo respire hondo, sin embargo se agita aún más, su voz empieza a quebrarse y junto con eso unas lagrimas ruedan por sus mejillas. Por su extraña reacción deduzco que es claustrofóbico.
Recuerdo a mi madre cantando para Jake cuando era un niño, pues el también solía sufrir de claustrofobia.
Sujeto a Yoongi por los hombros, e intento ayudarlo a sentarse en el piso, mientras mi voz comienza a sonar con calma, lo recuesto sobre mi pecho, mi brazo rodea su espalda y palpó suavemente su hombro.
- Vas a estar bien, vas estar bien... - repito en varias ocasiones, hasta que la luz regresa y el ascensor vuelve a funcionar.
Levanta la cabeza y su mirada aterrada a desaparecido para darle paso a una un poco mas segura. Me pongo de pie y le extiendo un brazo el cual no dudó en tomar para ayudarse a poner de pie. Ya estando en calma me observa, el brillo de sus ojos vuelve, su postura encorvada desaparece, ahora se ve más alto e imponente y me resulta difícil creer que un hombre como él es doblegado por algo tan simple como, "Un apagón en el ascensor."
