Cuando tenía cinco años descubrí el secreto de mi padre...
Todas las noches salía corriendo de mi habitación, una luz me despertaba en medio de la noche, los gritos y llantos no me dejaban dormir. Con el paso del tiempo descubrí que yo también e...
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"Capítulo 10"
...
Estoy sentado frente a los detectives Kim Seokjin y Jack Turner. Mi padre camina de un lado a otro malhumorado, viendo su reloj cada cinco segundos. Esta impaciente, desesperado, esperando que nuestro abogado llegue y el interrogatorio inicie. La luz cegadora me aturde la cabeza. Un fuerte dolor en las cienes me obliga a cerrar los ojos por unos segundos. Abro los ojos, alzo la mirada. Turner me observa de forma desafiante, como si esto fuera un juego donde solo hay un ganador. Es evidente su desprecio por mí, es algo que me tiene sin cuidado.
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Me recargo sobre la silla extiendo mi mano y con los dedos golpeteo la mesa en repetidas ocasiones.
- Ya le dije que mi hijo no tiene nada que ver con esos asesinatos - . Resopla con enfado mi padre. Esta furioso.
- Señor, por que no toma asiento y esperamos con calma a que llegue el abogado - dice el detective Kim.
Continuo con el golpeteo de dedos e intercalo miradas entres ambos detectives.
Mi padre detiene su caminata y dirige la vista hacia la puerta en el momento exacto en que se abre. Un hombre alto de abundante melena cruza la puerta. Lleva un portafolios en la mano.
- Señores buenas tardes -, saluda - siento la demora, pero el trafico esta del asco -. Se disculpa.
- Tome asiento - le indica el detective Turner.
- Despreocúpese, esto será rápido. Por lo que veo no tiene pruebas contundentes para retener a mi cliente - comenta con frialdad.
- No, efectivamente no tenemos nada - dice Turner.
Intercalo miradas entre los detectives, el abogado y mi padre.
- Entonces no hay necesidad de que mi cliente se encuentre aquí.
Turner se pone de pie, Kim le lanza una mirada como si quisiera preguntarle "¿Qué es lo que vas hacer?" Se para frente Lee Min-ho con los brazos cruzados, desafiante, de manera arrogante. Como suelen describirlo. Sin embargo Lee, no baja la mirada y de manera retadora también lo observa. Una de las razones por las que mi padre confía en ese hombre. Nunca se deja intimidar.
