Cuando tenía cinco años descubrí el secreto de mi padre...
Todas las noches salía corriendo de mi habitación, una luz me despertaba en medio de la noche, los gritos y llantos no me dejaban dormir. Con el paso del tiempo descubrí que yo también e...
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"Capítulo 16"
...
Jamás imagine que algún día tendria el valor de enfrentar a mi padre. Enfrentarlo por la mujer que amo, vale la pena.
Lo que estoy a punto de hacer se puede considerar traición. Estoy traicionando el buen nombre de la familia, no tengo opción. Es permanecer en silencio o salvar a la única mujer que me ha amado.
Lo pensé mucho antes de tomar la decisión de venir a buscar a la única persona que puede proteger a Miley. No tengo más remedio que decir la verdad, aun cuando no tengo suficientes pruebas para demostrarlo. Solo espero que no estar cometiendo un error.
En cuanto llego al comisaria busco de inmediato a Jack Turner. Un joven de aspecto inglés se acerca a mí y me indica la oficina en la que se encuentra. A pasos apresurados camino, pero antes de llegar me detengo, pensando en lo que estoy a punto de revelar. No puedo echarme para atrás, es eso, o dejar que Miley sufra por culpa mía.
- Es aquí - indica el joven quien abre la puerta.
Asomo mi cabeza antes de entrar, al paracer no se encuentra en su oficina. Me indica que entre y tome asiento. Lo hago husmeando en aquel pequeño espacio.
- Enseguida vuelve - asiento y lo veo retirarse.
Mientras espero deambulo por la oficina. No hay mucho que observar, libros, estantes llenos de carpetas con documentos. Una cafetera, un par de cuadros que decoran la oficina y al final sobre una pequeña repisa un porta retratos. Me acerco al pequeño pedazo de madera de color café y tomo el porta retratos. Una foto familiar, los señores Turner, Jack y Miley en brazos de su padre. Sonrientes, felices. Siento envidia. Nunca pensé que pudiera sentir envidia de alguien, todo lo que quise lo tuve, a manos llenas... pero, el amor, el amor de una familia unida, es algo que siempre me ha faltado. Se que mis padres en el fondo me aman, que harían cualquier cosa por mí. Pero no recuerdo una sola vez que mi padre haya jugado conmigo, no recuerdo que mi madre haya asistido algún festival de la escuela. Ni siquiera recuerdo cuándo fue la última vez que pasamos Navidad juntos. Ellos tenían todo, felicidad, amor... y mi padre se los arrebató. No puedo cargar con esta culpa, no quiero.
- ¿En donde? - escucho la voz de Turner tras la puerta.
Dejo el retrato y camino a tomar asiento mientras espero un tanto ansioso.
- En la oficina señor, espero no le moleste que lo haya hecho pasar - dice el joven.
La puerta se abre y escucho el sonido de una garganta aclararse. Me giro sobre el asiento y veo al hombre de cabellos dorados y ojos azules entrar cautelosamente. Frunce el ceño en cuanto me ve, entiendo su desagrado, tampoco es como que me agrade mucho tener que estar aquí. Pero no me queda de otra.
- Min Yoongi - dice sorprendido.
- Detective - me pongo de pie y extiendo mi mano para saludarlo una vez que se pone frente a mí. Me lanza una miradita y estrecha mi mano. Ambos ejercemos presión, pero después de unos segundos nos soltamos.
