Cuando tenía cinco años descubrí el secreto de mi padre...
Todas las noches salía corriendo de mi habitación, una luz me despertaba en medio de la noche, los gritos y llantos no me dejaban dormir. Con el paso del tiempo descubrí que yo también e...
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Narración de Kim Seokjin
"Capítulo 1"
- Oficial Kim, oficial Kim... - gritó uno de los agentes del precinto.
Levanté la cabeza para ver a uno de los oficiales nocturnos entrar por la puerta, venía corriendo y en su rostro había una expresión de terror. Estaba a punto de terminar mi turno cuando este chico me abordó.
- ¿Qué diablos sucede, por qué entras corriendo? - cuestione al ver que él chico apenas y podía respirar.
Aguardó unos segundos en lo que tomaba aire y recobraba el aliento.
Alzo la mirada para verme. Estaba aterrado, y apenas podía intentar articular palabra. El chico de tez clara y cabello oscuro se encontraba a horcajadas intentando recuperarse.
- Oficial Kim, enc-encontraron el cuerpo de la chica que estaban buscando -. Dijo con mucha dificultad y la respiración agitada.
- ¿En dónde? - cuestione de inmediato antes de ponerme la chaqueta.
- A cincuenta kilómetros de Dobong-Gu - mencionó el agente Choi.
- Vamos para haya, reúne al equipo, en seguida los alcanzo -. Le orende. En cuanto terminé de hablar salí disparado en busca del Agente Jack Turner.
El agente Jack Turner era uno de los agentes más respetados en Corea, era un hombre extranjero, pero su habilidad para resolver casos irresolvibles lo había traído hasta aquí. Un hombre incorruptible, fuerte y muy valiente, digno de admirarse. Un hombre inquebrantable.
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El oficial Turner había sido asignado al caso de la jóvenes desaparecidas, pues desde unos meses atras Seúl había sido sacudido por las extrañas y misteriosas desapariciones. Hasta ahora no habíamos tenido ninguna pista que nos llevara directo al criminal o a los criminales. Solo vagos reportes de extraños sucesos que no concordaban mucho. Y esa era mi mayor preocupación. Soy el oficial a cargo del precinto, como oficial a cargo tengo mayor responsabilidad y todo el peso cae sobre mis hombros, algo bastante irritante, pues no podía evadir mi responsabilidad.
