Príncipe del inframundo (Percy Jackson)

Capítulo 104

[Pov tercera persona]

Mientras Annabeth y Lucian continuaban caminando por el Laberinto, Lucian se volvió hacia ella con una sonrisa traviesa.

"¿Quieres ir a misiones secundarias antes de ir a donde realmente tenemos que ir?"

Annabeth levantó una ceja, reflexionando brevemente sobre la idea antes de darle a Lucian una sonrisa propia. "Claro, vamos a divertirnos un poco".

"¡Ese es el espíritu!" Lucian animaba, marchaba y lideraba el camino.

Annabeth puso los ojos en blanco ante las travesuras de Lucian y lo siguió.

"Antes de continuar, solo una advertencia: no creas todo lo que ves. Este laberinto es complicado, tiene conciencia de sí mismo y es muy malicioso", advirtió Lucian.

Annabeth asintió, su expresión se hizo grave.

Continuaron haciendo giros y vueltas hasta que comenzó a aparecer una niebla, cubriendo lentamente el suelo.

Se aventuraron más en la niebla hasta que llegaron a su origen: una puerta que estaba entreabierta, con niebla escapando lentamente del espacio abierto.

"Bueno, ¿no es esta una cálida bienvenida", dijo Lucian sarcásticamente?

"Señas primero", dijo Lucian, volviéndose hacia Annabeth.

Annabeth miró a Lucian como si estuviera loco. "¿Quieres que entre primero en esta habitación de aspecto sospechoso? ¿Quieres que me muera o algo así?"

Lucian puso los ojos en blanco. "Deja de exagerar, reina del drama".

"Mira, ¿incluso iré primero, trato?" Lucian se burló mientras lentamente abrió la puerta un poco y se deslizó a través del hueco sin abrir la puerta hasta el final.

"¡AAAAAH! ¡DIOS! ¡DIOS MÍO!"

La cara de Annabeth palideció al escuchar el grito de Lucian. "¡LUCIAN!" ella gritó, irrumpiendo por la puerta.

Miró alrededor de la habitación con niebla y vio a Lucian apoyándose contra la pared, cubriendo su boca para evitar reírse.

Cuando vio a Annabeth mirándolo, Lucian comenzó a sostener su estómago mientras se reía.

Annabeth sacó lentamente sus dagas y caminó hacia Lucian, haciendo que su risa se apareciera.

"Woah, woah, woah, ¿qué estás haciendo?" Lucian dijo con una sonrisa incómoda.

"Dándote algo de lo que reírte".

"Es solo una broma", dijo Lucian, instándole que se calmara.

"Cuando te destripe, diré que también es una broma, y todo estará bien", dijo con frialdad.

Cuando se acercaba, Lucian se dio la vuelta y la abrazó por detrás. "Vamos a bajar los cuchillos un poco".

Lucian vio a Annabeth mirándolo de lado con la cara recta. Él le dio un beso en la mejilla. "Ahí, mejor, ¿verdad?"

Annabeth se sonrojó un poco, pero aún así parecía un poco enojada, así que Lucian le besó la otra mejilla. "¿Qué tal ahora?"

Le besó la otra mejilla de nuevo y le preguntó: "¿Y ahora?"

Lucian repitió la acción hasta que Annabeth se vio de color rojo brillante, lo que hizo que se riera y se dejara ir.

Mientras lo soltaba, caminó hacia el objeto singular en la habitación, la fuente de toda la niebla: un cofre del tesoro.

Annabeth, que estaba detrás de él, abanderó su cara caliente, ya que todavía estaba un poco roja.

Lucian no detectó ninguna fuerza vital en el pecho, así que se arrodilló y fue a abrirlo.